Hace unos días el ex campeón mundial Danny García respondió a una publicación de Terence Crawford en las redes sociales, en la que éste venía a decir que ni Danny ni Keith Thurman nunca tendrán una oportunidad contra él. Dijo así mismo que cuando estos eran campeones y él quería pelear contra ellos, nunca le dieron la oportunidad, lo evitaron siempre poniendo excusas.
A partir de esta publicación, García rápidamente respondió de la manera que a día de hoy se expresan muchos boxeadores, o sea, hablando de dinero. Danny dijo : “Soy rico, no necesito pelear contigo”. Y luego empezó a comentar que prefería invertir en el sector inmobiliario. En fin, estupideces totales a las que ya estamos acostumbrados en este circo del boxeo actual. Como si Crawford no fuera ya rico tambíen, incluso Terence ha ganado más dinero que Danny con sus combates.
Pero bueno, dejando a un lado el tema económico y la obsesión por hablar de dinero que tienen algunos boxeadores, aquí vemos que al final si era verdad que a Crawford todos lo estaban evitando. Los últimos años tuvimos que aguantar como se menospreciaba al púgil de Omaha, de manera generalizada. Ni Thurman, ni Danny, ni el propio Spence quisieron combatir con él, echándolo a un lado y dañando a su vez a toda la categoría welter.
Porque al final como muchas veces he dicho aquí, que los boxeadores se eviten tiene varias consecuencias. La primera es que desvirtúa los récords de ellos mismos, ya que el que evita tiene un mejor record que el que debería tener. Luego el que es evitado, a su vez tiene un peor récord, en términos de nombres u oposición, y por tanto es considerado inferior. Y por último todo esto redunda en el nivel general de los combates que hay en el peso en cuestión.
Digamos que afecta en todos los sentidos, pudiendo joder mucho las carreras de los boxeadores evitados y por supuesto cargándose completamente la división. Y eso precisamente fue lo que pasó los últimos años en peso welter con todo lo que hicieron estos boxeadores junto a otros que tampoco miraron a Crawford nunca. Y ahí hay que meter también a Manny Pacquiao, Yordenis Ugas, incluso ciertos prospectos que andan por ahí, como Virgil Ortiz y compañía. Es curioso como se dió la vuelta todo, cuando bajó la marea se vió quien iba desnudo.
La victoria incontestable de Crawford contra Spence, no sólo expuso a Spence, sino que también pintó la cara de todos esos boxeadores y también aficionados que hacían de menos a Crawford, que le decían que no había peleado con nadie y todas esas tonterías. Al final de cuentas por mucho que Danny García hable de dinero, aquí lo importante es que Terence Crawford ya es campeón indiscutible en dos divisiones, ya ha entrado por méritos propios en la historia de este deporte. Y encima siempre será recordado, o mejor dicho será de los pocos boxeadores recordados de esta era, cosa que nunca pasará con Danny García por muchas inversiones que haga en pisos.