Todo son conjeturas, pero poco a poco se están volviendo más y más reales.
La vitrina de trofeos de Canelo Álvarez roza el ridículo a estas alturas. El jugador de 33 años ha ganado títulos mundiales como peso mediano junior, peso mediano, peso súper mediano y en la división de peso semipesado. No es sólo el hardware del campeonato lo que ha acumulado, sino también las habilidades que ha demostrado una y otra vez.
En resumen, Álvarez es una estrella libra por libra y el tipo de peleador que aparece una vez en la vida. Las llamativas victorias que tiene en su haber hacen que algunos, tal vez incluso la mayoría, lo vean como el mejor peleador mexicano de todos los tiempos. Sus títulos de 168 lbs del WBC, la WBO, la WBA, y la IBF también lo consideran el mejor peso súper mediano del mundo, lo cual no es sorprendente.
Sin embargo, su lugar en la historia podría verse manchado. Hace apenas unos años, Álvarez y el resto del mundo del boxeo escucharon los débiles pasos de David Benavidez. A medida que pasaba el tiempo, sus pasos se hacían más fuertes. Ahora, gracias a que Benavidez obtuvo grandes victorias consecutivas contra Caleb Plant y Demetrius Andrade, ha emergido como el claro contendiente número uno.
Hasta el momento, Álvarez no ha mostrado demasiado interés. Benavidez es bueno, posiblemente muy bueno, pero Álvarez siempre ha creído que el joven de 26 años no había hecho lo suficiente para ganarse el derecho a compartir el ring con él. A estas alturas, sin embargo, Teddy Atlas está convencido de que Álvarez ya no podrá evitar al elefante en la habitación. Si lo hace, su estatura prístina podría sufrir un golpe significativo.
“Si Canelo va a ser llamado uno de los mejores mexicanos y el mejor peleador de 168 lbs y acepta esos elogios, entonces tiene que pelear contra Benavidez”, dijo Atlas en The Fight with Teddy Atlas. “Tiene que pelear contra Benavidez para justificar eso. Él tiene que”.
Recientemente, Benavidez dio ejemplo a Andrade, un ex campeón de dos divisiones que dominó su competencia durante una década y media. Una vez que se enfrentó a Benavidez, todas las habilidades de boxeo astutas y suaves que mostró fueron arrojadas por la ventana.
“No puede simplemente seguir adelante como lo hizo con Andrade. Los golpes que le caigan tendrán más consecuencias, tendrán más impacto”.