Siempre la misma historia
En el boxeo actual, ese de combates (en su mayoría) sin ningún interés para el público mínimamente exigente,solemos asistir a un cantidad de enfrentamientos que son vendidos como buenos, cuando realmente no lo son; si hablamos del eterno prospecto Jaime Munguia, este tema da vergüenza ajena, sus combates son una repetición de la misma historia de siempre, rivales clase C o en la parte final de sus carreras.
Con Jaime Munguia, ahora [43(34KO)-0], hace ya mucho tiempo que se nos acabaron las ilusiones, sus combates no interesan lo más mínimo. Pero las maniobras de marketing y la poco seria página Boxrec, se dedican a engañar a los incautos, tener que soportar manipulaciones y exageraciones continuas, para justificar eventos y peleas sin ningúna igualdad de condiciones, que aburren por monótonos y repetitivos.
Su rival John “The Gorilla” Ryder, desde este sábado pasado, [32(18KO)-7], es el típico boxeador de las islas británicas sin capacidad real para ser un clase A. Su carrera ha sido en su mayoría en el Reino Unido, con enfrentamientos entre boxeadores de su mismo nivel. Que de forma torticera Boxrec le colocará como número 2 de las 168 lbs, era una broma de mal gusto. Ryder no es ni un top 20 realmente, no tiene cualidades para haberse enfrentado por un título indisputado.
The Gorilla perdió con una medianía como Rocky Fielding y como otros, sus únicos méritos son derrotas honrosas, una contra Callum Smith y la consabida contra Canelo Álvarez. Su oportunidad le llegó tras la sucia maniobra de la WBO con Demetrius Andrade y una sospechosa victoria por lesión sobre Zach Parker, luego una asquerosa campaña de marketing nos vendía un británico clase B como un futuro campeón mundial (tras una carrera de 14 años anodina).
El combate tiene una fácil lectura, un boxeador joven, fuerte y bien preparado contra un rival inferior, envejecido y en franca decadencia. Solo la valentía de Ryder es digna de alabar, porque Jaime Munguia le pegó una madriza de palos, derribando al británico en cuatro ocasiones, en la segunda, cuarta y dos veces en la definitiva novena ronda. Quizá se llevará algún asalto suelto Ryder, pero más por la apatía de Jaime Munguia que por méritos de su rival. Al final la enésima victoria sin sustancia para el eterno prospecto, total parece que a muchos no les aburre que les cuenten siempre la misma historia o la misma mentira, total en el caso de Mungia da lo mismo.
