La división de peso superligero está tan repleta como parece. Teófimo López tiene la posesión exclusiva de los títulos de la WBO y la revista Ring, Devin Haney tiene la baratija del WBC bajo el brazo y Rolando “Rolly” Romero tiene bien sujeto el cinturón de la WBA. Todos son reconocidos como algunos de los mejores peleadores en las 140 lbs, pero ninguno de los nombres antes mencionados lleva la distinción del hombre del saco como lo hace Subriel Matías.
El nativo de Puerto Rico se ocupa de sus asuntos de manera completamente diferente a sus homólogos del campeonato. No tiene ningún interés en superar a sus oponentes como Haney. Tampoco le gusta anotar devastadores nocauts de un solo golpe como Romero y López. No, Matías prefiere vencer a sus oponentes ronda tras ronda hasta que se niegan a continuar.
Con todas sus victorias por nocaut, algunos fanáticos y miembros de los medios tienen la impresión de que los mejores perros restantes de la división están evitando a Matías. López, sin embargo, no se lo cree. No sólo cree que Matías no es tan bueno como se anuncia, sino que, en comparación con el resto de los poseedores de cinturones de la división, es muy posible que Matías ocupe el último lugar.
“Él puede ser un campeón mundial de la IBF, pero es el peleador más suave de la división”, explicó López a Pro Box TV durante una reunión reciente.
“Él es unidimensional”.
López, quien está a sólo unas horas de defender sus títulos contra Jamaine Ortiz, no está impresionado con el enfoque de avanzar, buscar y destruir que normalmente emplea Matías. En su opinión, su juego no tiene sutiles complejidades. Su estilo podría ser efectivo y quebrantar la voluntad y el espíritu de sus oponentes anteriores, pero López tiene la sensación de que el jugador de 31 años no tiene una bolsa de herramientas lo suficientemente profunda capaz de molestarlo si debían hacerlo.
