Su apodo era “El Cepillo”, probablemente una referencia a su estilo de boxeo fluido, pero Joel Casamayor no solo era un boxeador fluido y astuto, también era un guerrero. Probablemente fue uno de los boxeadores cubanos más exitosos en convertirse en profesional y uno de los pocos en tener una larga y fructífera carrera en el campo remtado. Su desventaja fue que era conocido por usar su cabeza en las peleas y probablemente tener un gran ego, pero no era extraño, dado su talento y logros conseguidos. Era rápido, golpeaba fuerte y también tenía una gran barbilla, solo lo detuvieron dos veces y en sus años crepusculares. También fue evitado por algunos de los mejores boxeadores de su tiempo.
Casamayor Johnson nació el 12 de julio de 1971 en Guantánamo, Cuba, donde se encuentra la única base militar estadounidense en territorio cubano. Como amateur, ganó el Campeonato Mundial Juvenil de 1989 (peso gallo), los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 (peso gallo), también una medalla de plata en el Campeonato Mundial de 1993 (peso pluma) y un bronce en la Copa del Mundo de 1994. Su récord es de 363 victorias y 30 derrotas. En vísperas de los Juegos Olímpicos de 1996, desertó a los Estados Unidos y se convirtió en profesional el 20 de septiembre, ganando su primera pelea por KO.
Después de tener marca de 14-0, el 30 de enero del ‘99 ganó el título de peso superpluma de la NABF para UD12 contra José Luis Noyola. Nunca lo defendió, sino que ganó el título interino de la WBA ante Antonio Hernández el 19 de junio del mismo año, también por UD12. Después de defenderlo con otra victoria por UD contra David Santos, el 21 de mayo de 2000, se enfrentó al invicto surcoreano Jong Kwon Baek [21-0-1] y lo detuvo por cortes con un TKO en cinco rondas, después hizo su primera defensa contra Radford Beasley el 16 de septiembre del mismo año y volvió a ganar por TKO.
Para su segunda defensa, se enfrentó al ex campeón de la IBF, Robert García, ahora un famoso entrenador, el 6 de enero de 2001. García le dio algunos problemas al campeón y se puso adelante en una de las tarjetas al entrar en el noveno asalto, cuando Casamayor elevó la temperatura y lo tiró a la lona para luego detenerlo de pie. Haría dos defensas más exitosas antes de pelear en un gran combate de unificación de títulos contra la estrella brasileña y el otro gran nombre en las 130 lbs, Acelino “Popó” Freitas, quien ostentaba el título de la WBO y tenía marca de [30(29KO)-0]. Freitas era un boxeador monstruoso, un tipo muy rápido y fue mejor en los primeros tres asaltos. Fue el 12 de enero de 2002 en el Cox Pavilion de Las Vegas, EE. UU. cuando Casamayor se encontró en la lona por primera vez, ya que fue tirado en el tercer asalto mientras iba hacia atrás contra las cuerdas.
Él protestó, diciendo que solo fue un resbalón, pero fue inútil. Regresó y conectó algunos buenos golpes, pero no pudo imponerse realmente y la batalla se mantuvo equilibrada y competitiva, ambos muchachos tuvieron la misma cantidad de momentos a favor. Sin embargo, la caída fue en su contra y finalmente perdió 114-112 en todas las tarjetas. No hubo revancha. Casamayor se recuperó deteniendo a Juan José Arias por TKO en ocho vueltas y a Yoni Vargas por TKO en cunco, antes de pelear frente a Nate Campbell [23-0], y ganar por UD en enero de 2003.
El 4 de octubre de ese año, se enfrentó a ese monstruo de la naturaleza que era el poderoso Diego Chico Corrales, de 5′ 11” de estatura. El cinturón vacante de la IBA estaba en juego y “Casa” se convirtió en el segundo hombre en derrotar a Corrales después de tirarlo dos veces y caer una, antes de que la pelea tuviera que detenerse después del sexto asalto debido a dos cortes dentro de la boca de Corrales, ganando así por TKO. En 2004, tuvieron una revancha, el 6 de marzo, esta vez también con el cinturón vacante de la WBO en juego, y esta vez a pesar de tirar a Corrales en el décimo asalto, el cubano perdió por una controvertida decisión dividida (SD).
Después de ganar una dura pelea contra Daniel Seda por puntos, consiguió una pelea por el título de peso ligero del WBC versus el campeón mexicano José Luis Castillo. Ocurrió el 4 de diciembre en el Mandalay Bay y una vez más Joel perdió por una polémica decisión arbitral, después de superar a Castillo durante gran parte del pleito y crearle más problemas que nadie desde Floyd Mayweather. Entonces cambió al peso ligero para siempre, al año siguiente, el 11 de junio, peleó contra el nuevo contendiente, el guerrero kirguís Almazbek “Kid Diamond” Raiymkulov, en una eliminación del WBC. Logró tirar a Raiymkulov en el primer asalto, pero tras ello el ofensivo y duro Kid Diamond le dió una durísima contienda, Casamayor finalmente logró salvarse con un empate en un encuentro en el que muchos pensaron que Raiymkulov tenía la ventaja. Un juez también anotó 116-111 para el de Kirguistán.
En 2006, Casamayor tuvo un par de peleas más fáciles y detuvo al semi-contendiente Lamont Pearson por TKO en nueve vueltas. Luego finalmente consiguió otra pelea por el título del WBC, que Castillo tuvo que abandonar porque no pudo alcanzar el peso. Su oponente era su viejo rival, Diego Corrales. Fue el 7 de octubre de 2006 en el Mandalay Bay, allí finalmente el guerrero cubano se convirtió en campeón mundial nuevamente al vencer por SD a Corrales, quien no había logrado alcanzar el peso. Sin embargo, luego fue despojado del cinturón del WBC en febrero por razones desconocidas, tal vez porque se negó a pelear un combate obligatorio. Todavía tenía el cinturón de The Ring, que también le había ganado a Corrales.
Luego fue el turno del guerrero australiano Michael Katsidis, en los primeros compases del combate el cubano derribó a Katsidis en dos ocasiones pero fue él quien fue lanzado contra las cuerdas en el sexto asalto, antes de regresar y terminar la pelea en el décimo con un gancho de izquierda perfectamente sincronizado y luego rematarlo con una combinación de golpes. Fue una gran victoria en una guerra contra un hombre mucho más joven y favorecido, pero ese resultado sería su último gran logro. Renunció al cinturón para pelear contra su probablemente más grande oponente, el mexicano Juan Manuel Márquez, otro tipo listo e inteligente, un guerrero. Antes de la pelea, Casamayor estaba muy seguro de la victoria y enfureció a los fanáticos de Márquez con declaraciones arrogantes.
La pelea real tuvo lugar el 13 de septiembre en el MGM Grand de Las Vegas, Nevada, Sotomayor tuvo éxito en las primeras rondas, ya que atrapó a Marquez en repetidas ocasiones y este parecía estar luchando con su sincronización y movimiento. En los asaltos intermedios, Márquez comenzó a sacar ventaja, pero la pelea se mantuvo competitiva hasta el undécimo asalto, cuando Márquez lo obligó a ir a las cuerdas y lo derribó dos veces antes de que terminara la pelea. Casamayor se quedó de brazos cruzados mientras lo detenían por primera vez en 12 años como profesional.
Luego ingresó a su última categoría de peso, los welter jr. Después de vencer a Jason Davis, peleó contra Robert Guerrero, un peleador técnico y fuerte, el 31 de julio de 2010. Ambos fueron derribados una vez, pero Guerrero fue mucho más dominante y ganó con claridad por PTS. Después de obtener su última victoria contra Manuel Leyva por SD10 el 11 de marzo del año siguiente, concretó su última pelea por un título mundial, contra el campeón de la WBO Timothy Bradley, entonces clasificado como uno de los Top 5 libra por libra. Dado que Bradley también era conocido por usar mucho su cabeza, Sotomayor posó en broma antes del encuentro con un casco en la cabeza. El evento fue el 12 de noviembre de 1911 en el MGM Grand…pero El Paso del tiempo no perdona y “Father Fime” alcanzó a Joel, fue destrozado por Bradley con golpes no tan poderosos, cayó tres veces antes de ser detenido por TKO en la vuelta ocho.
Ahora tenía 40 años y se retiraba después de 15 años como profesional, con un récord de [38(22KO)-6-1]. Aproximadamente la mitad de sus derrotas son cuestionables, pero también lo son una de sus victorias y ese discutible empate. Joel Casamayor era un tipo que podía hacer de todo, jugar al ajedrez, pelear una guerra, boxear y golpear. Afirmó que Floyd Mayweather lo esquivó, lo cual es posible sabiendo que ambos fueron campeones en 130 lbs al mismo tiempo, pero nunca hubo un intento de realizar esa pelea, solo nos podemos imaginar cómo habría sido el resultado de la misma. Fue tratado desfavorablemente por los jueces varias veces, y al no haber logrado construir una base de fanáticos lo suficientemente grande en los EE. UU. y sin haber peleado contra algunos de los púgiles más populares de esa época, nunca recibió su merecido. Pero sus éxitos hablan por sí solos.