La trilogía más absurda
La noche del pasado sábado 18 de Septiembre de 2022, asistimos a una tomadura de pelo en forma de supuesto cierre de trilogía, entre dos de los boxeadores más sobrevalorados de la historia. Son tan sobrevalorados que existen algunos chiflados que colocan a esos dos payasos en un top 5 histórico. Tal cuestión es un delirio comparable a situar la basura de película Prey a la altura de la mítica Predator, solo un tonto diría esas estupideces.
El desarrollo de la pelea era totalmente predecible, tal como ocurre en una mala película. Nadie que realmente sepa de boxeo actual, tenía ninguna duda de como sería el “guión” de la misma: un Canelo “Clembuterol” Álvarez que cuando tiene superioridad física y técnica es poco exigido (por la simple razón de que él mismo elige rivales y condiciones) dominando a un pasivo Gennady “El triple Fraude” Golovkin, un boxeador totalmente limitado, incapaz de boxear hacia atrás, que sólo sabe “ir al palo” y buscar intercambios donde su pegada se impone.
Al Kazajo le ha dado el viejazo, ya ni siquiera se puede tapar su decadencia mediante rivales mediocres, no hay tantos europeos o japoneses a los que noquear. Triple G recibió una paliza tremenda contra el ucraniano Sergiy Derevyanchenko, desde entonces los retos reales se acabaron para él. El transcurso de la pelea fue muy chato, un Canelo que dominó haciendo lo mínimo por asalto, una pelea totalmente cómoda, donde algunos esperábamos que el mexicano arriesgaría algo a partir del noveno asalto, sin embargo como la trama de un mal director, fue el kazajo quien arriesgó a partir de ese asalto, quizá para justificar su elevada bolsa esa noche (se habla de 43 millones luego del PPV y 65 para Canelo).
Al final los jueces han dado: 116-112 y doble 115-113, unas puntuaciones quizá demasiado generosas para el kazajo. En mi cartulina anoté un 117-111 para Álvarez, en una victoria anodina, sin brillo. De hecho la pelea en sí carece de otro sentido que el económico, pero el mexicano no podía permitirse otro reto real tras su desastrosa derrota contra Bivol, por su parte el kazajo si, como ha hecho toda su carrera, huye de rivales de verdad, pues mejor que se retire, total nunca fue realmente relevante en el boxeo.
Por suerte para nosotros en la pelea anterior a la estelar pudimos ver un entretenido duelo entre “La estrella en ascenso” Jesse Rodríguez, contra el duro Israel González. Jesse nos había deleitado con dos excelentes victorias anteriores frente a los míticos Carlos Cuadras y Wisaksil Wangek (Sor Rungvisai), con lo cual las expectativas puestas en él son altas. Pero esta noche le tocó un hueso duro de roer, González le sorprendió en el primer asalto y esta cuestión sacó de la pelea a Rodríguez varias veces.
No estuvo cómodo el “Bam” Rodríguez, quien se empeñó en llevar el combate a un terreno que no le convenía, tanto que abusó de los golpes bajos, llegando a ser amonestado con la pérdida de un punto y siendo perdonado en una segunda ocasión. Israel González hizo un gran combate jugando sus bazas, sorprendiendo al campeón en muchas ocasiones y dejando una gran imagen. Las cartulinas 118-109,117-110,114-113, demasiado dispares, en mi opinión un 115-112 hubiese sido más justo. El norteamericano tiene previsto una pelea para final de año, un gran año sin duda, siendo desde luego la sorpresa del año y para algunos el boxeador de 2022.
Por último hablar de la pelea de Ali Akhmedov y Gabriel Rosado, una buena piedra de toque para el kazajo, un púgil con muy buena planta, que parece haber aprendido de su derrota contra Carlos Góngora. En general combate controlado de principio a fin por Akhmedov contra un Rosado que siempre da pelea, que sin dudas ha sido un valiente pero nunca un boxeador de nivel élite. En el futuro de Akhmedov debe seguir buscando volver arriba, por su parte Rosado puede seguir boxeando o retirarse, siempre tendrá nuestro respeto.