Si tuviesen dignidad Saúl Álvarez y Gennady Golovkin
debieran decir adiós
Después del lamentable espectáculo que vimos el sábado pasado en el cierre de la trilogía entre Canelo Álvarez y Gennady Golovkin, uno se pregunta hasta cuando van a seguir estos dos púgiles burlándose del mundo del boxeo, especialmente el boxeador mexicano, ya que es el que lleva más circos montados en toda su carrera. Tengo que decir que yo no esperaba mucho de este combate, no tenía grandes expectativas ya que me parecía un duelo sin interés ya. Pero al menos en el fondo de mi corazón esperaba que fuera una pelea de verdad.
Es decir, yo pensaba que GGG a pesar de estar cerca del retiro iría con orgullo a ganar, y también pensaba, por qué no decirlo, que Canelo buscaría con ansías noquear al kazajo para dejar una buena imagen y cumplir con lo que tanto habló en las ruedas de prensa anteriores. Pero nada de eso, desde el primer momento vimos que eso era un show para sacarle el dinero a los fans, y lo peor, para reírse completamente de la inteligencia de todos los amantes del noble arte.
No hay ya manera lógica de defender a estos tipos, por muy fan que tu seas de Álvarez es imposible que vengas aquí a decir que te gustó todo lo que rodeó al final de esta trilogía. Desde la artificial rivalidad que vendieron desde el momento uno hasta el esperpento final de pelea donde casi se dan un beso ambos boxeadores en el ring, como si nada hubiera pasado. Para colmo en el caso del mexicano ya van varias así, ni es la primera ni será la última si este chico sigue boxeando.
Para rematar la faena, en la rueda de prensa tras el combate el mexicano se enfadó porque no le gusta que le nombren a David Benavidez y a otros boxeadores. Acabó diciendo que él pelearía con quien quisiera, cosa que ya sabemos perfectamente. No sé que malo tiene que los periodistas le pregunten cuándo va a pelear con su retador mandatorio del CMB, con el que ya tenía que haber peleado antes por el título que el Consejo le regaló ilegítimamente a él. Pero como suele pasarle a los niños pequeños cuando hacen travesuras, en el momento que los pillan se enfadan, y empiezan a llorar para victimizarse.
Eso también le pasa a Golovkin cuando le nombran a gente como Andrade y Charlo, evade la pregunta o dice: “que peleen entre ellos”, como si él fuera más. Aunque el caso del kazajo no es tan alarmante como el de Canelo, tampoco podemos obviar cómo ha actuado durante su carrera, evitando todos los boxeadores que ha querido y sólo centrándose en su imagen como némesis de Álvarez. De hecho su estrategia de marketing fue muy inteligente, vio un filón, y hasta llegó a conseguir que la gente que odia a Canelo lo apoye a él. Incluso se ganó el apoyo de gran cantidad de fanaticada mexicana. Muchísima gente tiene de ídolo a Golovkin sólo por el hecho de que están en contra del mexicano.
La cuestión es que ni uno ni otro han hecho bien para el boxeo en los últimos años. Ambos congelaron divisiones super importantes como la de peso medio y supermedio durante muchísimo tiempo, enviaron al ostracismo a boxeadores que podían habernos dado grandes peleas, fueron precursores de títulos franquicia y otras ignominias del pugilismo actual, etc, etc, etc. Con todo lo visto solo les faltaba el colofón final haciendo un show cómo está tercera pelea donde hasta el público les abucheaba. Ya no hay esperanza alguna, bajo mi punto de vista es el momento que ambos se retiren y se vayan bien lejos a disfrutar de su dinero y su fama.