Olvidados por los Millennials
Estamos en tiempos en que la mayor parte de la información de lo que está sucediendo en el mundo del boxeo, la recibimos por medio de las redes sociales. Los profesionales contratados por los púgiles, los llamados “community managers”, plasman de forma casi hipnótica todo lo que el boxeador quiere que se proyecte, para conseguir así la mayor aceptación y seguimiento de parte de los aficionados. Estos se prestan a consumir el contenido que se va publicando y así los “CM” consiguen más adeptos para su cartera de clientes, que le harán conseguir el flujo necesario para ganar dinero en las diferentes campañas de publicidad. Repasando algunos perfiles de boxeadores como Saúl “Canelo” Álvarez, Jaime Munguia o Emanuel Navarrete (por ejemplo), se puede interpretar por parte del respetable, un sentimiento de heroísmo de parte de estos púgiles al realizar grandes hazañas, las cuales están llevando a cabo en este deporte.
Si eres uno de estos adeptos deberías reprogramarte, empezando por consumir más contenido de esta página, en la que los distintos escritores y analistas te darán todos los argumentos necesarios para que puedas hacer un juicio más crítico a los boxeadores que anteriormente mencionamos. Una de las cosas que va bien para esta praxis, es conocer a boxeadores de antaño y ver cómo manejaban sus carreras con una gallardía poco utilizada en la actualidad. Así verás que acciones como subir tres o cuatro divisiones sin haber barrido cada división, eligiendo a los rivales más asequibles para ello, son estrategias marcadas por estos deportistas para exaltarse como los mejores boxeadores e incluso algunos autoproclamarse como los mejores Libra por Libra. A continuación vamos a conocer a algunos boxeadores mexicanos que sí hicieron méritos para colocarlos entre los que llamamos leyendas, en algunas ocasiones se les puede atribuir el concepto de heroísmo, ese concepto tan mal utilizado en la actualidad.
Vicente “El Zurdo” Saldívar
Fue un boxeador con un excelente estilo y una pegada que hacía temblar las rodillas de sus oponentes, con un récord de [37(26KO)-3] consiguió establecerse como uno de los mejores de los años 60 ́, con ritmos de combate fuera de lo común, consiguió grandes victorias sobre hombres como, Ismael Laguna, José Legra, Johnny Famechon, Sugar Ramos, Howard Winstone, Juan Ramírez, Eloy Sánchez, Raúl Rojas, Mitsunori Seki, Jorge “Baby” Salazar, Dwight Hawkins, Frankie Crawford y Eduardo Guerrero. Por todas estas gestas deportivas, Saldívar fue clasificado por la mayoría de los historiadores, entre los 20 mejores peso pluma de la historia, incluyéndolo en el Salón internacional de la Fama.
“Un púgil con un corazón sobredimensionado, como el que tenía Henry Armstrong, con una zurda clorofórmica, que rebosaba estamina por los poros de su piel”.
Luis Villanueva Páramo “Kid Azteca”
Era un erudito del gancho al hígado, sus oponentes se asustaban y le sacaban el Jab tímidamente cuando sentían el bombazo en la parte blanda, secaba a sus oponentes con ese golpe, estilista y con una gran inteligencia en el cuadrilátero. Este gran mexicano nunca fue campeón mundial, pero ganó a muchos de estos super campeones en combates épicos. Una anécdota que describe las proezas de Kid, es cuando le ofrecieron en su exilio en la Argentina, pelear una eliminatoria versus Rodolfo Ramírez, el ganador pasaría al combate estelar ante el campeón Ceferino García. Kid Azteca realizó su campamento durante un mes y medio, en el transcurso de su viaje desde Argentina hasta México, entrenando en el interior del barco con un costal y un puching, corriendo por la cubierta y realizando los sparring con los propios marineros del navío, consiguiendo la victoria en una noche espectacular ante Ramírez, siendo uno de los pocos boxeadores profesionales que ha peleado en cuatro décadas junto a Archie Moore, George Foreman, Roberto Durán y Bernard Hopkins.
“Era un erudito del gancho al hígado, sus oponentes se asustaban y le sacaban el Jab tímidamente cuando sentían el bombazo en la parte blanda, secaba a sus oponentes con ese golpe, estilista y con una gran inteligencia en el cuadrilátero”.
José “Toluco” López
En la primera etapa de su carrera era un boxeador científico, pero se dio cuenta de que si iba a seguir creciendo y buscaba alcanzar el siguiente nivel, tendría que enriquecer su estilo. Así que adoptó un estilo más agresivo y comenzó a probar em enfocarse más en su pegada, alcanzando al finalizar su vida profesional con récord de 124 peleas, [99(63KO)-20-4], afirman que López tuvo muchas peleas profesionales en El Toro, durante 1952, que no están registradas. El corresponsal de boxeo mexicano de la revista “The Ring”, informó que López fue el Campeón Estatal Amateur Mexicano en 1953. Así que hay cierta confusión en cuanto a cuándo realmente se convirtió en profesional.
“Nunca se habla de José “Toluco” López, un púgil muy carismático, de una gran nobleza fuera del ring y una gran fiereza cuando entraba en el negocio de las hostilidades”.
Toluco comenzó 1956 de una manera impresionante, noqueando a Emilio de la Rosa en 11 asaltos para defender su título nacional y a Joey Benson, en un solo asalto. Estas dos victorias lo catapultaron al número tres del ranking por “The Ring”, pero duró poco la euforia cuando conoció la derrota con Billy Peacock, en el Auditorio Olímpico. La galería se agotó media hora después de salir a la venta. Los fanáticos mexicanos sintieron que el colorido López sería el peleador que vengaría el reciente dominio de Peacock sobre los púgiles mexicanos. Peacock bombardeó a Toluco con fuertes manos que hicieron sucumbir al mexicano, pero hizo gala de su gallardía levantándose y acabando el combate con una gran actuación, por lo cual recibió una ovación en pie de la multitud cuando abandonó el ring y la prensa lo nombró como unos de los boxeadores más valientes que habían visto. Consumó su venganza ante Billy Peacock al vencerlo dos veces, por PTS en Tijuana y por KO en Los Ángeles. Un mes antes de su KO a Peacock se anotó la mayor victoria de su carrera, cuando derrotó a Memo Diez en cinco asaltos para defender su título nacional.