Román ‘Chocolatito’ González está listo para ir a la batalla una vez más con Juan Francisco Estrada el sábado por la noche en el Desert Diamond Arena en Glendale, Arizona, en vivo por DAZN, y la leyenda viviente espera que el choque de su trilogía sea el mejor hasta ahora.
La rivalidad actualmente se mantiene nivelada en una pelea cada uno, con Chocolatito ganando la primera batalla hace más de una década en noviembre de 2012, cuando defendió con éxito su título de peso minimosca de la WBA en Los Ángeles.
El nicaragüense se convertiría en el número uno libra por libra y rey mundial de los tres pesos antes de que la pareja finalmente renovará su rivalidad en Dallas, con Estrada nivelando el marcador en una batalla épica por decisión dividida en marzo de 2021.
“Sabemos que va a ser una gran pelea, una guerra para los fanáticos”, dijo Chocolatito. “Pero tenemos fe en Dios que vamos a salir victoriosos. Hemos trabajado bien en nuestro campo de entrenamiento y lo verán el sábado”.
“Mi condición física ha sido muy buena y sé que será una pelea hermosa para la afición. Hemos demostrado que los pesos más ligeros tienen cualidades que a los fanáticos les gusta ver. Tengo la sensación de que esta tercera pelea también será legendaria y mucha gente recordará esta gran pelea como la primera y la segunda. Las últimas dos peleas capturaron el corazón de los aficionados por lo que la tercera será una tremenda pelea, podría ser la mejor”.
“La primera fue una pelea que se decidió por puntos en las 108 lbs. Fue una pelea increíble, una pelea cerrada y dura. Pero con nuestras habilidades y acondicionamiento, seguimos llegando y logramos un buen resultado el día de la pelea”.
Chocolatito reconoce que está al final de su carrera, pero dice que será difícil dejar ir el boxeo.
“Es difícil dejar de hacer algo que te gusta, ¿sabes?”, dijo Chocolatito. “Dios me ha bendecido mucho en mi vida. Me han dado casi todo, sé que estamos llegando a una etapa en la que quizás sea hora de colgarlos, pero siempre le pedimos tiempo a Dios”.
“La afición ha sido testigo de las grandes cosas que han sucedido poco a poco. En última instancia, Dios decide esas cosas en nuestras vidas. No somos nada sin Dios”.
“Una vez que termine esta pelea, veamos qué sucede. Qué viene después. Es difícil para mí dejar atrás este mundo del boxeo. Pero tarde o temprano sé que llegará el momento de descansar, un momento de encontrar un espacio en mi vida y dedicarme por completo a otras cosas y en lo principal esa sería mi familia”.