¿Eres un boxeador profesional?
Es una pregunta recurrente en los rincones de un gimnasio, y en muchas ocasiones los deportistas que van iniciando en su carrera boxística en los primeros combates de cuatro rondas, responden con orgullo que lo son. Pero generalmente hay una persona que observa y escucha las afirmaciones de que lo son, de qué hacen, de qué comen y que corre por sus venas la pasión por el boxeo.
El primer filtro y el más importante es tu esquina, tu entrenador, quien no se puede dar el lujo de permitir perderte de la realidad. Se necesita más que decir, hacer y vivir las 24 horas del día como un boxeador para ser un verdadero profesional. Mientras no tenga claro el deportista que el boxeo también es una empresa que se tiene que regular, que se tiene que medir y que se debe cuidar como una verdadera fuente de trabajo, no será un profesional, es que no basta con solo afirmar que se es un peleador profesional.
Esa es la batalla de todos los días en la cabeza de un entrenador. Hacerle ver y entender al deportista de que va ser un auténtico profesional. Desafortunadamente cuando el boxeador se empieza a sentir conocedor y cree que ya lo sabe todo, empieza a mirar a su mentor como un obsoleto ayudante y poco atinado en su visión. Esa es la historia de muchos jóvenes boxeadores que gracias -hoy más que nunca- a las redes sociales, le dan rienda suelta a sus pequeños logros, vanagloriándose de algo que aún no han logrado.
Y en algunos casos con la ayuda desubicada de quien lo va formando en su esquina. Obviamente se augura una dura caída a su ego cuando bien pudiera tener una exitosa carrera, pero la cual no augura un final feliz por esa parte tan importante que es estar ubicado, consciente de dónde se está parado y lo que falta por realizar. Y si no lo creen basta con echar un vistazo en las redes sociales, donde alardean de sus logros pero que no son ni la mínima parte de lo que es un verdadero boxeador profesional.
Entrenan a medio gas y vencen a rivales que no tienen idea de lo que es una básica combinación de golpes. Así está el boxeo hoy en día. En una dura crisis de credibilidad. Hay mucho que hacer por el boxeo. Empecemos por respetar el trabajo serio dentro del gimnasio y pronto estaremos viendo nacer boxeadores de élite, cosa que hoy día le urge y necesita mucho el “Boxeo”, nuestro boxeo profesional.
