Vuelta a la acción
En la primera velada de importancia de este recién estrenado 2023, donde la pelea de fondo es la de Gervonta Davis vs Héctor García, se producirán varias peleas interesantes. Destacando la vuelta de uno de los boxeadores más evitados de los últimos años, el ex campeón mundial de las 154-160 lbs, Demetrius Andrade, frente a un rival de quizá poco nivel para Andrade, como es el pegador norteamericano Demond Nicholson, aunque sabemos que en el boxeo profesional siempre hay sorpresas.
Demetrius Andrade es un boxeador norteamericano sobradamente conocido por los seguidores de esta página, ya que se trata de un púgil infravalorado, evitado y ninguneado por la prensa y la afición, en su gran mayoría. Los hechos concretos son que lleva años siendo evitado por los grandes de las divisiones donde milita o militó. Es más que evidente que GGG, Jaime Munguia, Jermall Charlo, Canelo Álvarez, no han hecho más que inventar excusas para no darle una merecida oportunidad a Demetrius, quien tras casi 15 años de carrera no ha podido conseguir una pelea estelar.
Su rival esa noche será un púgil de nivel bastante inferior a “Boo Boo”, quien de una forma inexplicable aparece como número siete de la WBA en las 168 lbs. Siendo honestos, el único “mérito” de Nicholson es ser el primer boxeador en llegar a la distancia con Edgar Berlanga, aún así visitó cuatro veces la lona esa noche. Se trata de un hombre joven, con 31 peleas, pero que no ha ganado absolutamente a nadie de nivel, con derrotas contra Jesse Hart, Steve Rolls, el ya nombrado Berlanga y contra un jornalero al principio de sus carrera, que está varios escalones por debajo del oriundo de Providence.
Andrade tuvo firmado un combate interino del WBO contra Zach Parker, pero por culpa de una inoportuna lesión debió posponer el pleito y luego le ofrecieron una bolsa muy inferior a la original, invitándole a no pelear contra Parker, con unas cosas y otras el 2022 paso en blanco para “Boo Boo”, quien ya únicamente busca buenas bolsas en su carrera. Pero esas bolsas parecen “reservadas” para “futuros Hall of Fame” como Jhon Ryder, Rocky Fielding o Yildirim, no para el heterodoxo púgil estadounidense con un estilo tan difícil como poco atractivo.
La cuestión es que todo lo que no sea una victoria aplastante de Andrade, será no sólo una enorme sorpresa, sino una hecatombe para este, una derrota significaría el fin de “Boo Boo”, por qué la diferencia de calidad es abismal y pocos le perdonarán perder contra un “Don Nadie” como Nicholson, un gran pegador, pero tosco, sin una gran mandíbula tampoco, de nada vale la pegada si te enfrentas a alguien que ni vas a tocar. Si como es de esperar Andrade sale a agradar al público, es muy probable que pase por encima de su rival, con una victoria por todos los puntos del mundo o en su defecto por un TKO en los últimos asaltos. Esperemos que tras esta victoria se dignen a darle, una más que merecida pelea estelar a Demetrius “Boo Boo” Andrade y que no le sigan esquivando eternamente, total sus detractores dicen que es un paquete, pero nosotros sabemos que no es así y nos alegramos de su vuelta tras un año en blanco.