A veces no es bueno tomar el camino más corto
Nacido el 22 de julio de 1986, Gabriel Maestre es un boxeador venezolano de gran reconocimiento en el campo amateur, debido a que durante los años que se mantuvo representando a su país en los diferentes ciclos olímpicos, conquistó varias preseas en los diversos torneos en los que participó, e incluso, fue el capitán de la selección venezolana de boxeo por mucho tiempo. Con un estilo de boxeo inteligente e interesante, Maestre regaló a la bandera venezolana muchas alegrías y muchos momentos de suspenso.
Ningún aficionado al deporte de los puños, olvidará, por ejemplo, sus medallas doradas en importantes competiciones mundiales como los juegos ALBA que se llevaron a cabo en Barquisimeto, Venezuela, en el año 2011, la presea dorada que se colgó en los juegos panamericanos de Toronto en el año 2015, o el primer lugar en el podio obtenido en los juegos Sudamericanos efectuados en Santiago de Chile en el año 2014, muestra clara de que el cacique mayor, como se le conoce al vinotinto, tenía lo suyo.
¿Cuándo saltará Maestre al plano profesional? Era la pregunta de muchos, ya que si bien había demostrado tener mucho talento en el boxeo aficionado, queríamos verle en situaciones más candentes, más interesantes y hasta más lucrativas, queríamos, por qué no, verle con un cinturón de campeón en el pecho. Pasaban los años y el momento no llegaba, era tanta la espera, que al menos yo, había perdido la esperanza, puesto que si bien podía saltar cuando quisiera, mientras más longevo se hacía, entonces menos chance iba a tener de ser campeón, esto porque claro, mientras más mayor eres, menos aguantas, más rápido puedes cansarte y claro, más difícil es que llegues al primer nivel del boxeo mundial.
Nunca es tarde dijo alguien un día, esa frase iba a cumplirse para Maestre, el 6 de julio de 2019, fecha en la que enfrentó y fulminó al hasta entonces invicto colombiano Jeovani Barraza, para dar inicio de esta manera, a su tardío pero al parecer brillante camino en el boxeo profesional, y así intentar hacernos creer que todavía había chance de coronarse campeón del mundo. “necesitamos ser campeones rápido”, decía Maestre y la gente que le acompañaba, frase que no les iba a jugar a favor.
Pues para nadie era un secreto que el problema mayor del criollo, no fue saltar al boxeo profesional cuando tenía más de 30 años, sino, el hacerlo con una evidente protección de la WBA, misma que desde el principio, iba a traer comentarios en contra del venezolano, así que la única manera de salir librado de esos comentarios negativos, era ganar y ganar bien, él no podía darse el lujo de dejar sombra de dudas en ningún combate y aquí, justo aquí, se complica todo para nuestro protagonista.
Luego de fulminar temprano a el colombiano Barraza, Maestre iba a deshacerse sin ningún problema también del argentino Diego Chávez y del mejicano Daniel Vega, demostrando hasta este punto, que las ganas de adjudicarse una faja de la WBA eran de verdad, que la cosa iba en serio, que no era porque estaba protegido por este importante organismo, sino por su talento, o al menos eso llegamos a pensar.
Una de las razones por las que más padecemos dificultades nosotros los seres humanos, radica en el hecho de que nos apresuramos, tan simple como eso.
Pensamos, muchas veces, que se nos va a acabar la vida y que si no procedemos hoy a actuar, mañana puede ser tarde, cuando en realidad, tal vez aún es temprano y si podemos darnos un tiempo más para pensar, para analizar, para esperar.
Justo estos momentos de reflexión, creo fueron los que le faltaron al cacique mayor, pues luego de tres combates invictos, ganando y noqueando sin dejar ninguna huella de duda, decidieron lanzarlo al agua, pues pensaron, tal vez que ya estaba listo o lo que es peor, que este pez también iba a morder el anzuelo y se dejaría atrapar como los otros, no sabiendo que ni una cosa ni la otra sucederían aquella noche.
El momento elegido para intentar coronar al venezolano, fue aquel 7 de agosto de 2021, combate donde enfrentaría al estadounidense Zorro Mykal, púgil que llegaba con un registro profesional de 22 triunfos y tan solo dos derrotas, pero claro, ya Maestre había noqueado a otros con mejores récord y más pegada, este no sería un problema, tal vez eso pensaron. Se equivocaron, se equivocaron.
Este oponente era un zorro viejo y no iba a tardar en demostrarlo, al punto de que en el mismo segundo capítulo del combate, el venezolano iba a morder el entarimado por primera vez en su joven carrera como boxeador profesional, noticia que sin duda, era indicio de que no sería una fácil noche para el de Barcelona y así fue, pues luego de una pelea complicada en la que al cacique le dieron la victoria, iba a venir lo peor.
Un triunfo por UD, un título como campeón interino de la WBA, fue lo que se llevó Gabriel esa noche incierta en la que demostró que no estaba listo para combates así, pero donde prevaleció esa protección constante de la que ya hemos hablado antes, protección que no había sacado las garras antes, pero acá, cuando las sacó, lo hizo de manera tan descarada, que el boxeo se manchó, se volvió a manchar.
Cuando la WBA se vio rodeada de críticas por todas partes, entonces apeló a la misma de siempre, dejar el título vacante y solicitar que la pelea quedara como un combate sin decisión, lavándose las manos y dejando a su protegido solo, en medio de tantas balas.
Pues no hubo nadie para defenderlo, sencillamente, todo quedó así y ya, no pensando, que la reputación del boxeador ya está marcada y eso no se limpia tan fácil, y prueba de ello, es que luego de esta bochornosa noche, Maestre disputó un combate el 3 de marzo del 2022, mismo en el que dominó, para muchos, a su rival de turno, el ucraniano Taras Shelestyuk, pero donde solo consiguió un empate porque así es esto, ellos con su intento apresurado de hacerlo monarca del mundo, tan solo han conseguido que luego de esta última presentación, el venezolano no haya vuelto a presentarse en un ring ode boxeo, suceso que sin duda es penoso, ya que si bien no era legal que le dejaran el título al venezolano, era mejor una opción de revancha con el peleador estadounidense y seguir para adelante, ahora no sabemos ni si quiera, si seguirá en el boxeo.
A modo de reflexión, solo queda acotar que: ‘del apuro solo queda el cansancio’+, como dice un refrán muy popular y que es mejor hacer las cosas paso a paso, que ir tan rápido y arriesgar tanto, pues quien más arriesga, más posibilidades tiene de ganar, pero también de perder y esto le pasó al venezolano, pues en su afán de convertirse en campeón del mundo, no midió las consecuencias y ahora no sabemos qué pasará con él, no sabemos si seguirá peleando, si ya se le acabó el combustible y este par de combates donde no mantuvo el ritmo de nocaut nos hacen pensar si ya dio todo lo que tenía para dar, si solo fue una ilusión de momento y nada más, en conclusión, no sabemos qué pasará con él.