Las finanzas en el Boxeo no existen, al menos cuando se trata de incursionar en el boxeo de paga. Mucho menos en el amateur, que es cuando menos se tiene idea de lo que se puede lograr o llegar a hacer si el paso del tiempo lo catapulta al púgil como ya todo un campeón mundial. La administración de la carrera boxística de un atleta que inicia en los cuatro asaltos no se asoma en lo más mínimo, pues en la mayoría de los casos el joven pugilista no tiene ningún tipo de conocimiento en la metodología del dinero y mucho menos cómo manejarlo.
Además de que es muy poco el ingreso por una cantidad de golpes al cuerpo y claro está al rostr, que en definitiva de eso vive. Si hay algunas excepciones que cuentan con un adiestramiento cultural o como se dice, tiene estudios de bachillerato para arriba o más bien cuentan con una carrera universitaria pero que tampoco les alcanza para tomar buenas decisiones abajo del ring. Generalmente dejan en manos de otros su ya de por sí desgastada cartera de billetes.
Se entiende que para eso están los expertos que manejan su carrera, que le dicen en qué invertir o gastar su dinero. Pero estamos hablando sólo de los pocos que logran un golpe de fortuna, de conseguir ser campeones que ostentan un cinturón. Esos ni lo sienten. Yo me refiero a los que dedican años buscando un logro desde las pequeñas peleas de cuatro, seis, ocho y diez rondas, y con todo y ese embalaje de guerras no son llamados, o peor aún, conocidos en la urbe de las orejas de coliflor.
Es vital asegurarnos de que el tiempo transitado como peleador gratifique el gran esfuerzo que sin aún lograr las grandes hazañas, las ganancias se inviertan en pro de un estatus de adquisición de bienes llámese casa, propiedades, autos, estudio, etc, inversiones en definitiva. Que la corta vida deportiva sea bien aprovechada y no terminar como ya muchas historias conocidas, en algo trágico pues se les pasó la noche y sólo guardaron, ahorraron en sus mentes ya agotadas los recuerdos del hubiera.
Es decir cuidar bien en que se invierte, en que se gasta el dinero. Ése que se ganó de una manera poco común entre los mortales. Como dicen el dinero no cae del cielo. Más bien nos cae a golpes y vayan por esa aventura pero con la guardia arriba, que no los agarren mal parados porque cuesta mucho levantarse. Así que los invito a buscar su sueño pero con responsabilidad y así lograr su libertad, la muy soñada libertad financiera.