Por AJ Hernández
Entre los deportes que se practicaban en la antigua Grecia estaba el Boxeo. En Roma, los contendientes usaban los cestus, protectores metálicos para las manos, tachonados de clavos con los que llegaban hasta a matar a sus contendientes. Esto fue aproximadamente unos 50 años antes de Cristo. El objetivo de utilizar los protectores metálicos era para causar más daño. Está de más decir que esto provocó demasiadas muertes, mutilaciones y Guerreros que quedaban lisiados de por vida, por lo que el boxeo fue prohibido desde el año 50 A.C., hasta el 393 D.C.
Después de una larga ausencia en la historia, el boxeo apareció nuevamente, como todos sabemos, en el siglo XVII, en Inglaterra. Para los combates no había reglas establecidas y si bien ya no se utilizaban protectores metálicos como los de los romanos, los combates se hacían con los nudillos descubiertos (bareknuckle), y esto era casi igual de peligroso, ya que muchos ingleses morían en un combate o resultaban con problemas de salud permanentes.
Los guantes de Boxeo se volvieron una regla obligatoria en el año 1867, cuando fueron publicadas las reglas del Marqués de Queensberry. A partir de entonces los combates comenzaron a ser un poco menos sangrientos, un poco nada más. El uso de los guantes de Boxeo modernos da como resultado menos heridas faciales pero mayor daño al cerebro de los púgiles, mientras que también se ha comprobado que reducen en un 70% la fuerza de los puñetazos lanzados por el luchador.
¡Así es! El Boxeo pasó de utilizar protectores metálicos para generar más daño a guantes de Boxeo para generar menos daño. Claro que estamos hablando de que estos cambios surgieron en un lapso de más de 1.800 años. Y ya que hablamos de instrumentos de protección, es imposible obviar el protector bucal. Éste fue creado con el objetivo de evitar las cortaduras en los labios, en el año 1892, por el dentista Dr. Woolf Krause. El primero en utilizarlos en un combate de boxeo fue casualmente su hijo Philip, que era boxeador.
En los EE. UU., Thomas Carlos y Allen Franke crearon su propio diseño de protector bucal, que comenzó a ser utilizado a partir del año 1920. Pero fue recién para el año 1947 que se creó el protector bucal que se sigue utilizando hasta la fecha. Fue creado por el Dr. Rodney Lilyquist, un dentista norteamericano que perfeccionó la protección de tal manera que el boxeador pudiera hablar con el protector puesto. Estaba hecho de resina acrílica transparente.
A partir del año 1960 la ADA tomó apuntes sobre el tema y en la actualidad, tanto para profesionales como para amateurs, se utilizan protectores que son fabricados en base a un polímero de Etileno y Acetato de Vinilo. Actualmente es posible y está permitido que los boxeadores personalicen sus protectores, así como se hace con otros aditamentos como el pantaloncillo, las botas, batas, etc…