El dos veces ganador de la medalla de oro olímpica, Robeisy Ramírez, finalmente logró su sueño de convertirse en campeona mundial.
El pasado sábado por la noche en Tulsa, Ramírez superó al ex campeón Isaac Dogboe en doce asaltos para capturar el título vacante de peso pluma de la WBO.
Ramírez ya ha sido abordado con la posibilidad de hacer su primera defensa en Miami, que tiene una gran comunidad cubana.
“El CEO de Top Rank, Bob Arum me preguntó qué pensaba de una primera defensa en Miami. Eso sería genial para mi carrera, porque sé que la pelea estará llena. Los cubanos somos muy aficionados al deporte y yo, con mis resultados y con mi carrera, poco a poco me he ido colando en el corazón de los cubanos. Sé que se tomarán el tiempo, incluso si no lo tienen, para ver mi pelea. Estoy seguro de que una pelea en Miami se venderá bien”, le dijo Ramírez a George Ebro.
Ramírez espera que la victoria por el título mundial lo lleve a peleas importantes en el futuro.
Una posibilidad futura es un enfrentamiento con el campeón de dos divisiones Shakur Stevenson.
Ramírez derrotó a Stevenson en los Juegos Olímpicos.
Pero, por el momento, los boxeadores están separados por dos divisiones. Stevenson hace su debut en peso ligero este sábado por la noche.
Debido a su promotor mutuo en Top Rank, Ramírez y Stevenson se han vuelto muy amigos, pero su amistad no evitará un encuentro futuro, si es que alguna vez se encuentran en la misma categoría de peso.
“Shakur me quiere dar la cara y eso es cuestión de que alguien quiera sacarse una espina del costado, pero los dos hemos crecido mucho. Seguirá creciendo. Para las cámaras, para el espectáculo, para venderse, se muestra como debe: un poco prepotente. Les gusta eso en el mercado estadounidense, pero personalmente es un tremendo peleador”, dijo Ramírez.
“Tenemos una relación tremenda. Hablamos mucho en Instagram. Para la pelea de Valdez me preguntó si sabía de algún sparring aquí en Las Vegas para que él pudiera trabajar. Llegó ese día, empezó a entrenar. Parece que está bien concentrado. Después tuvimos la oportunidad de hablar. Hablamos de nuestras respectivas peleas. Quería jugar al ping pong, pero no pudimos. Dicen que si no gana, no sale del gimnasio. Por lo tanto, se trata de mucho más que una foto publicitaria para él”.
