Un noqueador temible
Jacob Henry “Buddy” Baer nació en una familia de boxeadores, su padre lo fue y su hermano, el gran Max Baer, fue campeón mundial. Llegó a este mundo el 11 de junio de 1915 en Denver, Colorado, EE.UU. como boxeador destacó en primer lugar por su tamaño, hubiese sido un pesado grande aún hoy día, con una altura de 1,99 mts y un alcance de 2,13 mts y por si fuese poco una pegada fulminante, en el lote de los 10 pesos pesados de mayor pegada en la historia. La revista “The Ring” lo incluye en su lista de los 100 más duros pegadores de todos los tiempos, de sus 55 victorias como profesional 51 fueron por KO.
Su familia judía estaba compuesta por su madre Dora, su padre Jacob (era carnicero) quien boxeó como aficionado y su hermano mayor Max. Durante su niñez y adolescencia su familia fue muy nómade ya que vivieron un tiempo en Omaha, Nebraska, luego en Colorado donde Buddy nació, para 1926 se trasladaron a California, dos años vivieron en Livermore, para en 1930 afincarse en Sacramento. Los jóvenes seguían una crianza y educación fuertemente arraigada a la tradición judía de la cual su padre era un fiel seguidor, de hecho cuando se dedicaron al boxeo hasta llevaban la estrella de David en sus pantalones.
No obstante con el paso del tiempo ninguno de los hermanos se abocó a seguir la tradición judía ni a ser practicantes religiosos, Buddy comenzó a boxear siguiendo los pasos de su hermano mayor, cuando se hizo profesional su carrera fue manejada por Ancil Hoffman quien también llevó a su hermano Max durante varios años. En su debut como rentado en Eureka, California, el 23 de septiembre de 1934, Baer noqueó a su rival a 1’54” de la vuelta inicial, en sus comienzos enlazó una seguidilla de 13 victorias, 12 de ellas por KO, hasta resignar su invicto en un combate a cuatro vueltas ante Babe Hunt, un experimentado y muy buen boxeador con más de 100 combates y 87 victorias, quien lo derrotó por puntos.
Tras su primera derrota metió otra racha de 12 triunfos y 11 KO, hasta volver a perder por puntos, esta vez ante Ford Smith, para este momento Buddy ya se había ganado una sólida reputación, su nombre era conocido no solo por ser el menor de los Baer, sino por mérito propio. Hasta 1938 se cansa de ganar por KO, batiendo a todo el que se pare delante, incluso tomándose revancha de Babe Hunt, quien lo había dejado sin invicto, noqueándolo en el primer asalto. Su primer gran decepción llega el 3 de abril de 1938, cuando en el Madison de NY enfrenta al finlandés Günnar Barlund, quien en un combate muy duro y parejo le mete un duro golpe a las zonas blandas en el séptimo episodio, del cual Baer no logra recuperarse y el árbitro detiene el pleito, es su primera derrota por TKO.
A partir de allí ya maduró como boxeador y en la plenitud de sus facultades llega su mejor momento, con victorias sobre nombres importantes del ranking como el prestigioso Nathan Mann, quien tenía en su haber victorias sobre el chileno Arturo Godoy, dos veces sobre el finlandés que había vencido a Baer, Buck Everett, Al McCoy y había perdido ante Joe Louis. Buddy noquea en siete vueltas a Mann, también pone KO a Chuck Crawell, Harold Blackshear y al durísimo y peligroso Tony Galento (de quien hablaremos en un próximo artículo), esto lo deja a las puertas de una pelea por el título mundial de los pesados, solo que no tuvo la suerte de su hermano de que el campeón fuese Primo Carnera, a quien hubiese derrotado con comodidad.
Esta vez el campeón era el formidable Bombardero de Detroit, Joe Louis, el evento se llevó a cabo en Griffith Stadium de Washington, en Mayo 23 de 1941, ambos en el pico de sus carreras, Louis con 27 años y Baer con 25, dos formidable pegadores, aunque el boxeo, la mejor técnica y experiencia estaban del lado del campeón, no obstante en la primera vuelta, Buddy lo alcanza a Louis con un poderoso gancho de izquierda y este cae entre las sogas fuera del cuadrilátero, logra ponerse de pie y entrar antes de que la cuenta llegue a 10 y como puede termina a duras penas el capitulo inicial.
Para la ronda dos, ya recuperado, Louis empieza poco a poco a hacer valer su mejor boxeo. En la sexta vuelta ya era total el dominio del bombardero y Buddy apostando todo a una sola mano, pues sabía que tenía el poder para terminar el combate de un solo golpe y aparte porque otra posibilidad no tenía, era superado en velocidad, técnica y capacidad defensiva. Sobre el final Louis lo tira dos veces y una tercera sobre el filo de la campana, el árbitro y luego la comisión de Box decretan un TKO 7, ante la protesta de Baer y muchos plateistas que pidieron la descalificación de Louis pues aseguraban que el golpe final fue tras la campaña. Como sea, esto nunca se pudo corroborar y el campeón retuvo su título.
La revancha llegó muy pronto, esta vez en New York, en el Madison, el 9 de enero de 1942 y esta vez Joe Louis no deja dudas, noquea a Buddy con dos tremendas manos a 2’56” de la vuelta inicial, Buddy dijo después del combate “esa noche para haber derrotado a Louis debí subir con un bate de béisbol”, con solo 27 años, un récord impresionante y aún mucho camino por recorrer, se retira, colgó los guantes definitivamente y se unió al ejército de los EE.UU. durante la Segunda Guerra Mundial, al igual que su hermano Max. Después de la guerra Buddy se dedicó a su otra gran pasión, la actuación, apareció en muchas películas y televisión, fue dueño de un bar en Sacramento, con Fred Cullincini y trabajó como mariscal en la Legislatura de su País.
Trabajó en alrededor de 20 películas, entre ellas “Superman” (1958), tras la muerte de su hermano Max debido a problemas cardíacos en 1959, trabajó y ayudó a una fundación en apoyo a pacientes con problemas de corazón: la “Max Baer Foundation”. Buddy se casó por tercera vez en 1964 y fue padre de una niña, tuvo una atareada vida social, en sus últimos años sufrió de diabetes, hipertensión y otras dolencias, falleciendo finalmente el 18 de julio de 1986 en Martinez, California, a la edad de 71 años. Tanto Buddy como su hermano Max fueron muy queridos y apreciados por ser muy amables, buena gente y siempre se los recordará como “Los gigantes geniales” como les decían los fans.
