Como la miseria y el sufrimiento forjaron un tremendo peleador
“The Pittsburgh Kid” como se le conocía en sus épocas de boxeador, nació en McKees Rocks, en las afueras de Pittsburgh, Pennsylvania, un septiembre 5 de 1975, su niñez fue muy dura, creció en la pobreza, una infancia llena de privaciones y aflicción, su padre murió de una sobredosis cuando aún Paul era un pequeño, ya a sus 10 años se transformó en un vagabundo que deambulaba por las calles, buscando comida en la basura, pidiendo y durmiendo en la calle o donde podía, a los 11 años se acercó a un gimnasio de boxeo y el entrenador lo dejaba entrenar gratis a cambio de ayudar con la limpieza y otros menesteres, en noveno grado dejó la escuela y se enfocó de lleno en el deporte.
Pronto empezó a crecer como púgil y a destacarse del resto en base a su enorme empeño, rápido aprendizaje y una tenacidad pocas veces vista, era un boxeador con muy buen dominio técnico, un encaje formidable y por sobre todo una stamina y vitalidad increíbles, se decía que su corazón poseía la virtud de bombear a un ritmo cardíaco más alto de lo normal, lo que le permitía mantener un alto nivel de presión y movilidad durante todo el combate, cansándose mucho menos que sus rivales, como amateur hizo 80 peleas de las que ganó 75.
Era el momento de dar el gran salto al profesionalismo, y así fue, en octubre 18 de 1995, debutó con una victoria por puntos sobre Steve Maddux. En lo poco que quedaba de ese año, combatió otras cuatro veces, ganando todas, en 1996 subió ocho veces al cuadrilátero, todas victorias y seis por KO, Spadafora era un boxeador con puños que lastimaban, pero no era un noqueador explosivo ni destacaba por una gran pegada, tal como pasaba hoy día por ejemplo con Shawn Porter; lo que hacía del Pittsburgh Kid, un púgil al que muchos evitaban, era la tremenda presión que metía sobre sus rivales, lo que combinado con su muy buena técnica, juego de piernas, cintura y una capacidad de soportar como si nada todo lo que le tiraban, lo transformaban en un rival no muy deseable de tener enfrente.
Y sino pregúntenle a Floyd Mayweather, que durante años lo evitó, este hecho es muy conocido en los gimnasios de EE. UU., Floyd lo conocía muy bien de los sparrings e incluso de amateurs y jamás lo quiso como adversario en profesionales. Entre 1997 y ‘98, realizó una docena de peleas más, seis en cada año, venciendo en todas, ya su nombre comenzaba a sonar fuerte entre los más renombrados púgiles de su peso. Para 1999 se venían cosas mejores en su trepidante carrera, comienza el año enfrentando al veterano Rocky Martinez, a quien vence en una clara UD; así llega con 23 años y un récord de [26(13KO)-0-0], a una oportunidad de pelear por el título mundial vacante del peso ligero, en versión IBF.
Enfrenté esta el reputado Israel Cardona, de 24 años y un récord de [31(23KO)-2-0], la pelea es una gran exhibición de Spadafora, quien realiza uno de los mejores combates de su vida, ganado de punta a punta (todos los asaltos) la pelea y con una amplísima UD, se consagra campeón del Mundo. A partir de allí defenderá su título en ocho oportunidades, derrotando a rivales de jerarquía en la categoría, como Renato Cornett, Rodney Jones, Billy Irwin, Angel Manfredi, etc…una pena que en esos años que él mantuvo la faja de la IBF, nunca pudiera unificar y mucho menos ir por el indisputado, ya que tanto en la WBA como en el WBC, la corona fue pasando de cabeza constantemente, y nunca hubo un campeón estable con el cual negociar una unificación.
Así llega el 2003, cuando el rumano Leonard Dorin, se hace con el cinturón de la WBA, se firma una pelea de unificación, está se lleva a cabo en EE. UU., el 17 de Mayo de 2003, y en un combate parejo, el jurado da empate, ambos conservan sus coronas. Tiempo después Spadafora, buscaba una unificación ante el reciente nuevo campeón del WBC, Floyd Mayweather Jr., a lo que el “Pretty Boy” no quizo saber nada…otra opción hubiese sido ir contra el sólido campeón de la WBO, Artur Grigorian, pero al nunca ponerse de acuerdo la IBF con la WBO, el combate no pudo hacerse, cansado de estas cuestiones y con el agregado de que ya le costaba dar el peso, Spadafora renuncia a su corona y sube a las 140 lbs, para intentar suerte en ese peso.
Ya como Welter pelea solo dos veces en 2004 (ambas victorias, una por decisión y una por KO), desgraciadamente por esos años sus problemas fuera del cuadrilátero iban en ascenso, Paul arrastraba problemas con el exceso de alcohol, desde su juventud y a esto comenzó a sumarle su adicción a las drogas. Para octubre de 2003, es denunciado por su novia Nadine Russo, a quien en medio de una noche de juerga, alcohol y descontrol, le dispara en el torso, por suerte con heridas de relativa gravedad, el juicio sale en 2005, y es encontrado culpable de asalto agravado y sentenciado a cumplir trabajos en un centro de rehabilitación.
Así que ese año se mantiene alejado del Ring, volviendo en 2006, año en que pelea solo una vez, lo mismo en 2007 y 2008, y en 2009 combate dos veces, todas fueron victorias, pero en esa etapa de su carrera, era muy poco, solo cinco peleas en cinco años…en 2010 y 2012 pelea dos veces cada año, ganando todas, en 2011 no pelea. En 2013 captura ante Robert Franckell la corona NABF de las 140 lbs. En ese momento volvió a tomar chances la posibilidad de un combate ante Mayweather. Para ese momento Spadafora ya tenía 38 años y arrastraba las marcas que le habían dejado todos sus problemas fuera del Ring, addiciones, encarcelamiento y demás.
Paara Floyd ahora si era interesante, pues tenía un récord de [48-0], lo cual era un riesgo para su sueño de retirarse invicto con la mayor cantidad de peleas, aparte este Spadafora ya al borde del retiro, mermado en sus aptitudes, debido a todo lo citado, era un boxeador “ganable”, no era el peligroso guerrero que Floyd había evitado hace unos cuantos años atrás…pero esta posibilidad se diluyó en su siguiente pelea, pues en Noviembre 30, 2013, The Pittsburgh Kid se enfrenta al peligroso venezolano Johann Pérez, por el título interino WBA de las 147 lbs, y en un disputado combate, es derrotado en MD, un juez ve empate y los otros dos la dan a Pérez, quien es un justo ganador.
Así pierde su invicto y se esfuma su última oportunidad de volver a ceñirse un título mundial. Justo un año después (noviembre 2013), hace su último combate, venciendo al mexicano Héctor Velásquez por UD, así se retira Paul Spadafora, dejando un gran legado, un durísimo guerrero del Ring, con 50 peleas, una sola derrota y ocho defensas de título del Mundo, una pena que sus propios demonios no lo dejaran llegar más alto, pero así es la historia de muchos boxeadores. Aparte de las citadas oportunidades de enfrentar a Floyd, también en un momento casi se firma una pelea ante Arturo Gatti (lo que hubiese sido una tremenda guerra), que vaya a saber porque no se dió. Desde aquí recordamos su gran carrera y le deseamos una buena vida fuera de los cuadriláteros.