Durante un tiempo considerable, Vasyl Lomachenko soñó con levantar todos los títulos mundiales en una categoría de peso determinada. Por supuesto, debido a la política aturdidora del boxeo a veces, hacerlo puede convertirse en una molestia.
Lomachenko estuvo a punto de ganar un cinturón de campeonato en su segunda aparición profesional, perdiendo por decisión cerrada ante el veterano Orlando Salido.
En el MGM Grand en Las Vegas, Nevada, Devin Haney pondrá en juego sus cinturones de peso ligero de la IBF, la WBO, el WBC, y la WBA.
Imperturbable por el mundo de las apuestas que va en su contra, Lomachenko está realmente aliviado de que está pasando desapercibido. A medida que el hombre de 35 años nota que el polvo en su certificado de nacimiento sigue acumulándose, reconoce que debido tanto a su edad como a su historial general, Haney tendrá que lidiar con la pesada carga que se le impone.
“Es más presión para Haney, no para mí”, dijo recientemente Lomachenko a Top Rank. “Ya pierdo, soy underdog, soy boxeador viejo”.
