En una entrevista con JohnWallStreet, una publicación de negocios deportivos, Espinoza abrió el telón del proceso de PPV y explicó que una de las razones por las que las peleas tan deseadas como Spence vs. Crawford a menudo toman mucho tiempo en realizarse debido a la proliferación de transmisión ilegal.
Espinoza citó el desafío de “proyectar los ingresos dada la imprevisibilidad de la piratería” con precisión.
“Si lo que los peleadores ven como justo no es lo que cualquiera de los empresarios piensa que se puede generar debido a la transmisión ilegal, entonces las peleas no suceden”, dijo Espinoza. “Nuestra mejor suposición es que las compras se están deprimiendo al menos entre un 30 y un 40 % debido al robo digital”.
“Necesitamos que todos ustedes nos apoyen para comprar PPV y boletos porqué tenemos que mostrarles a estas personas en trajes, y tenemos que mostrarles a estos otros peleadores, que hay una recompensa al tomar riesgos”.
Gervonta Davis y Ryan García demostraron que con el riesgo viene la recompensa.
Su pelea del 22 de abril generó aproximadamente 1.2 millones de compras de PPV. La cifra marcó la primera vez desde la pelea de Canelo Álvarez contra Gennadiy Golovkin II en 2018 que un programa de PPV de boxeo superó el marcador de un millón de compras.
“Tuvimos muchos fanáticos casuales primerizos que no querían tomarse el tiempo, o no estaban interesados en tomarse el tiempo, para descubrir cómo transmitir ilegalmente”, dijo Espinoza sobre el evento de Gervonta Davis y Ryan García.
“Vemos que para las peleas grandes, la gente se reúne en grandes grupos para verlo. Lo último que desea hacer es invitar a diez de sus amigos a la casa para ver la pelea y tiene una transmisión que se desconecta o se retrasa cada pocos minutos. No es una buena experiencia”.