La lucha no siempre es innata, pero para Canelo Álvarez, fue como si hubiera nacido y crecido para el deporte violento.
Al crecer en Guadalajara, Jalisco, México, Álvarez pasó de pelear en la calle a pelear en el ring. Finalmente, con el entrenador Eddy Reynoso a su lado, los dos comenzaron su viaje pugilístico un poco antes que la mayoría.
A la edad de 15 años, Álvarez luchó en espectáculos de clubes locales y construyó una base de fanáticos que eventualmente lo seguiría con el paso de los años. Desde pelear en bares desolados hasta llenar estadios al otro lado del mundo, Álvarez se ha convertido en una de las luminarias libra por libra del deporte.
Oscar De La Hoya, desde la distancia, ha notado algo del desliz de Álvarez. Aunque su certificado de nacimiento indica que tiene poco más de 30 años, De La Hoya señala las millas en el odómetro de Álvarez como una clara indicación de que su tiempo cerca de la cima del deporte está por terminar.
“Canelo tiene 33 años”, dijo recientemente De La Hoya a un grupo de reporteros. “No porque haya estado en guerras sino porque comenzó profesionalmente cuando tenía 15 años”.
