Terence Crawford dice que tuvo sentimientos encontrados inmediatamente después de su dominante victoria sobre Errol Spence Jr.
Crawford, de Omaha, Nebraska, se convirtió en el campeón indiscutido de peso welter hace dos meses en el T-Mobile Arena de Las Vegas con un nocaut en el noveno asalto sobre Spence.
En una entrevista reciente, Crawford dijo que sintió una variedad de emociones, desde euforia hasta alivio, después de la paliza que le propinó a Spence. El campeón de tres divisiones dijo que incluso se sintió “decepcionado”, en parte por la cantidad de tiempo que le tomó lograr el tipo de aclamación que imaginaba que le habrían otorgado al principio de su carrera.
Crawford que cumplirá 36 años en septiembre, ha tenido que lidiar durante mucho tiempo con críticas de que no era un peleador verdaderamente de élite en las filas del peso welter. La política del boxeo también impidió a Crawford conseguir peleas significativas.
“Esos eran mis sentimientos”, le dijo Crawford a Joe Rogan. “Mucha gente decía: ‘Hombre, no parecías muy feliz después de ganar’. No vi la emoción en ti. Yo estaba como, hombre, estaba feliz. Estaba feliz de tener que demostrarle al mundo lo grandioso que sabía que era. Pero al mismo tiempo, estaba un poco decepcionado porque me tomó tanto tiempo obtener mi reconocimiento, conseguir una gran pelea con este estatus, a los 35 años”.
“Estuve persiguiendo a Manny Pacquiao probablemente durante 5 años antes (de Spence). He sido campeón durante nueve años, cumpliré 10 años en marzo, así que he estado haciendo este juego durante mucho tiempo, ya sabes, he estado en la cima desde que vencí a Yuriorkis Gamboa (en 2014) y He estado buscando todos los desafíos más grandes que existen. Algunos de ellos los pude capturar y otros se fueron en dirección contraria. Tengo la suerte de ser el primer hombre indiscutible en la división de peso superligero y el primer hombre indiscutible en la división de peso welter en la era de los cuatro cinturones, el primer hombre en ser indiscutible en dos divisiones de peso. Es una bendición”.
“Ya sabes, cuando vas a la trastienda y todos quieren ver la emoción y yo digo, ‘Me quité eso de la espalda’. Fue una señal de alivio”.
