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Abel Laudonio, el hombre que tocó al “Intocable”

Abel Laudonio, el hombre que tocó al “Intocable”

 

Por Diego Castro

 

Abel Ricardo Laudonio nació en Villa Urquiza, Buenos Aires, el 30 de Agosto de 1938. Fue el séptimo de nueve hijos de una familia pobre. Luego de haber sido expulsado de 11 colegios, abandonó su educación y comenzó a trabajar en la feria con su padre. Ese mismo año fue invitado por Vicente Gullo, entrenador de José “Cucusa” Bruno, al gimnasio del Club Excursionistas. Tenía 11 años y pesaba 35 kgs. Debutó como aficionado en 1954, a los 15 años de edad, en la categoría Mosca.

Los logros no tardaron en llegar: Campeón de los Barrios, Campeón de la Vendimia, Campeón Sudamericano Militar, un triunfo sobre el futuro campeón del mundo Horacio Accavallo, cuatro Campeonatos Nacionales (en Mosca y en Liviano) y una plaza para las Olimpiadas de Melbourne (1956), donde fue eliminado en segunda vuelta. En 1957 pasó al ‘Almagro Boxing Club’, al cuidado de don Prudencio Melero. Aquí llegarían sus logros más destacados: Medalla de Plata en el Latinoamericano (1959), Medalla de Oro en los Panamericanos de Chicago (1959) y Medalla de Bronce en las Olimpíadas de Roma (1960), donde compartió medallero con un joven Cassius Clay, que se llevó el oro en Semi Pesado. Cerró su carrera de aficionado con un récord de [101(45KO)-4-5].

 

La revista “El Gráfico” describió su estilo del siguiente modo: “Reflejos en perfecta coordinación con sus movimientos. Vista, bien aprovechada siempre. Ubicuidad de manos, ortodoxa e impecable. Lleva fuerza y seguridad. Todos los golpes de la nomenclatura están bien aplicados y su mano derecha en corta distancia es fundamento de KO. Su ataque es sistemático, pensado, contundente y sustentado en posiciones cambiantes. Su defensa es el punto más deficiente, ya que no camina bien el ring hacia atrás y sus neutralizaciones presumen desesperación. El juego de piernas en ataque es de probada prolijidad”. 

 

Debutó como profesional en Enero de 1961, derrotando a Oscar Lencinas por KO en tres vueltas. Con sólo siete peleas fue contratado por el Luna Park como preliminarista. Ganó por KO sus primeras 18 peleas, alcanzando el récord argentino de KO consecutivos de Pascual Pérez, que recién sería superado por Lucas Mathysse en 2008. Laudonio se mantuvo invicto durante 35 peleas. Su primera derrota llegó el 7 de Septiembre de 1963, en el Estadio Bristol de Mar del Plata, ante el local Raúl Villalba. Su rápido ascenso lo llevó a disputar una trilogía con el campeón argentino y sudamericano Liviano, Nicolino Locche. 

 

El primer encuentro, sin título en juego, fue para el Intocable, en una ajustada decisión. En el segundo encuentro, disputado en el Luna Park el 14 de Noviembre de 1964, Laudonio le quitó a Locche el título argentino liviano, venciéndolo por PTS. El tercer encuentro, realizado en 1965, por el cetro Sudamericano, fue para Locche por UD en amplia decisión. El periodista especializado Osvaldo Príncipi definió a sus tres combates con Locche como “clásicos de elite del Luna Park”. Entre sus rivales internacionales se destacan el italiano Sandro Lopópolo, el peruano Loreto Castillo, los uruguayos Benedito Castillo y Eulogio Caballero y los panameños Humberto Trottman y Roberto Trucco, su brillante carrera profesional duró apenas cinco años, en los que peleó en 56 oportunidades (en 1964 por ejemplo, combatió 12 veces, a un promedio de una vez al mes). 

 

El 9 de octubre de 1965 perdió por TKO ante el rosarino Hugo Rambaldi, fue la única vez que fue noqueado en su carrera, y tras ello decidió colgar los guantes. Tenía apenas 27 años y se retiraba con un récord profesional de [47(36KO)-6-2]. Una vez retirado se recibió de profesor de Educación Física y abrió un prestigioso gimnasio en Buenos Aires, en el que entrenaron entre otros, la Tigresa Acuña, Carlos Cañete, Juan Martín Coggi, Ringo Bonavena y Carlos Monzón (que sentía una gran admiración por Laudonio, al punto de bautizar a su hijo con el nombre de Abel Ricardo). Su prestigio fue tan grande que, en su visita a la Argentina, el panameño Roberto Durán lo invitó a sumarse a su equipo de trabajo, oferta que fue rechazada para continuar al frente de su propio gimnasio. Abel Laudonio falleció en Bs. As., en el 2014, a los 75 años de edad.

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