Generalidad en el cuadrilátero
Este término describe a un boxeador que generalmente controla la acción y se pone en posición de conseguir aterrizar puñetazos limpios sobre su oponente, o emplea una estrategia para hacer que su rival pelee a su estilo. A veces, sin embargo el otro boxeador se ve obligado a pelear la pelea de su oponente y sale ganando, cuando lo ves, lo sabes, como cuando un peleador exhibe la capacidad de controlar completamente a su oponente y a la ronda misma. Aquí están los peleadores que mejor ejemplifican esa cualidad indefinible, conocida como “General del ring”.
- Sugar Ray Robinson (1940-1965): El hombre originalmente llamado “Sugar” era impecable, casi perfecto. Podía dar un golpe de gracia mientras retrocedía; su mano izquierda, siempre lista, esa pureza de movimientos, un juego de pies soberbio, su velocidad de manos y apalancamiento inigualables y su poder letal. En resumen, era el practicante más dulce de “La dulce ciencia”, merece cinco estrellas en lo que respecta a la generalidad del ring
- Benny Leonard (1911-24; 1931-32): Leonard fue el prototipo del maestro boxeador/golpeador. Combinó técnica magistral, precisión milimétrica y velocidad, todo aplicado a ser un púgil superior en el cuadrilátero. No es de extrañar que los expertos en boxeo de su época pensaran que él era el mejor boxeador en todos los aspectos hasta el momento.
- Willie Pep. (1940-1966): Conocido por su defensa casi impenetrable, poseía una asombrosa habilidad para anticipar los golpes de un oponente y pararlos. Su actuación tal vez más virtuosa se produjo la noche del 25 de julio de 1946, contra un duro zurdo de peso pluma llamado Jackie Graves. Todo lo que Pep hizo esa noche fue ganar una ronda sin lanzar un solo puñetazo, cambiar de guardia para imitar al zurdo Graves, bailando, tejiendo, haciendo ademanes con la cabeza, amagues con los hombros. Como escribió el periodista deportivo Dan Riley: “Hizo que la agilidad de Jim Corbett pareciera una locomotora averiada. Hizo que incluso la fluidez de Sugar Ray Robinson pareciera un cemento endurecido. ¡Nunca el boxeo había visto tanta perfección!”.
- James J. Corbett (1886-1903): El hombre que puso la palabra “ciencia” en la “ciencia dulce”, el virtuosismo técnico, la velocidad y la astucia de Corbett marcarían el comienzo del boxeo científico, fue el primer boxeador de renombre que aplicó “técnica” al boxeo, que hasta el momento era cosa de plantarse cara a cara a intercambiar golpes y que así ganara el que más aguantaba, con todo esto, antes de su aparición en el ring, habría que hablar del boxeo BC (Before Corbett, o sea, antes de Corbett), Jejeje.
- Barney Ross (1929-1938): Con una de las mejores defensas del deporte y una habilidad de boxeo completa, igual a cualquier otra, todo respaldado con unos poderosos puñetazos, Ross podía adaptarse a cualquier método de ataque que tuviese enfrente. Un estudioso del juego, Ross podía hacer quedar mal a cualquier peleador, avergonzando a su oponente al controlarlo y dominarlo.
- Sugar Ray Leonard (1977-1997): Con una velocidad de manos superior, movimientos bien definidos, un Jab de libro de texto y la capacidad de superar a cualquier oponente, Leonard demostró que lo tenía todo en su pelea versus el boricua Wilfred Benítez, cuando superó a uno de los mejores boxeadores defensivos de su época, deteniéndolo en el decimoquinto asalto, tras una pelea que fue un juego de ajedrez.
- Ricardo López (1985-2001): Aunque solo compitió en peso mínimo y en peso minimosca, López tuvo la fuerza de un peso pesado, noqueando a 38 de sus oponentes. Pero fue su habilidad general lo que capturó la atención de los fanáticos y la prensa. Dan Rafael, entonces de ‘USA Today’, se mostró entusiasmado y dijo: “Hizo todo bien… excelentes habilidades… gran poder.” López fue, para muchos, el mejor boxeador puro de su generación.
- Filadelfia Jack O’Brien (1896-1912): Siguiendo el patrón de todos sus movimientos y comparándolos con los de su ídolo, James J. Corbett, O’Brien podía lanzar un Jab rápido y punzante, lanzar una derecha detrás de él y salir de los problemas, controlando tanto la pelea como a su oponente. Con solo seis derrotas en 179 combates contra peleadores de peso pesado a peso ligero, O’Brien eligió a sus oponentes con su propia marca de generalización del ring.
- Roberto Duran (1968-2001): El gran ídolo panameño, “Manos de piedra” Durán, proclamó la propiedad sobre sus oponentes al lanzarse directamente al combate y dar unos golpes devastadores. Y sin embargo, sus habilidades defensivas también le permitieron controlar a sus rivales y la pelea en sí, lo que combinado con su coraje y agresividad (léase: machismo), lo convirtió en un general del ring.
- Willie Pastrano (1952-1965): Uno de los peleadores más subestimados de su época, Pastrano fue un retroceso a los boxeadores de antaño, nos referimos a la “Old school”, un púgil inteligente y esquivo que como Willie Pep (ver el núm. 3 en esta lista), se ganó el apodo de “La voluntad del fuego fatuo”.