El cáncer del boxeo actual Cuando se habla a día de hoy que un determinado boxeador está evitando a otros o esquivando riesgos, o se dice que un boxeador tiene miedo de otros y por eso no los enfrenta, hay gente que salta al cuello del que lo escribe o habla, alegando que eso no es verdad, que ningún boxeador puede tener miedo y empiezan a usar eufemismos para excusar que no se de una determinada pelea. Lo curioso es que hay aficionados, y lo que es peor, profesionales de los medios de comunicación que se dedican a defender a determinados boxeadores y criticar a otros según sus gustos o conveniencias.
Hace un tiempo escribí un artículo en el que citaba que Oscar Valdez había saltado de división evitando a gente de las 126 lbs, pues hubo gente que comentó que Valdez no evitó a nadie, sino que subió de peso porque ya no lo daba, también otros dijeron que él quería unificar contra todos pero no pudo ser porque no se negoció. Los motivos por los que una pelea no se den pueden ser varios, y eso me importa una mierda, pero si tu eres un boxeador profesional, eres campeón, estás bien física y mentalmente y decides no pelear contra un rival de tu nivel, por un tema, digamos “económico”, estás evitando a ese rival.
No más eufemismos ni excusas. De la misma forma, si eres campeón de un peso “X” que según tú, te cuesta mantener, pero lo haces para seguir siendo campeón, y no te importa hacer el esfuerzo para defender tu título contra el rankeado número 10, que tiene 37 años, pero sin embargo saltas de división como una rana cuando un chico en su prime, joven y con hambre se convierte en tu mandatoria, simplemente estás evitando peleas. Podrás tener las razones que quieras, pero estás esquivando rivales y ya está. Otro tema interesante es el de que si los boxeadores tienen o no miedo.
Lo primero es que un deportista antes que boxeador es una persona y todas las personas tienen miedos, por tanto es una estupidez como un castillo decir que un boxeador no tiene miedo a nada. Otra cosa es que hay diferentes tipos de miedos, pero algunos solo piensan en el miedo de integridad física o de la salud y esto va mucho más allá del cuerpo. Está claro que un boxeador no tiene miedo a recibir golpes, ni a romperse un hueso o a sangrar, ya que si tienes huevos para subirse a un ring a pelear sabemos que esas no son tus mayores preocupaciones. Sería como decir que un futbolista tiene miedo de que le den patadas.
Además de que si eres un deportista profesional, sabes que eso es parte de tu trabajo, para eso entrenas y te preparas… pero existen otros tipos de miedos y no pensemos que son menos importantes que los físicos. Están los que provienen por el miedo al fracaso, por el miedo a no cumplir expectativas que han puesto sobre ti, o que tu mismo te has puesto, está el miedo a perder un estatus que has conseguido, está el miedo a defraudar a otros, el miedo a no ser coherente con tus propias palabras, incluso puedes tener miedo a la soledad si no cumples con la imagen que has ido dando con el tiempo. Y por supuesto está el miedo referente a lo económico, a perder su posición social etc.
Muchas veces el hecho de que todo lo que se hace está bañado por dinero y lo económico lo impregne todo, hace que todos estos miedos no sean tenidos en cuenta, pero todo eso está en la mente de las personas. Y seguro que cualquier persona que me lea y que alguna vez haya tenido una empresa, sea emprendedor o algo así, sabe a lo que me refiero.
Cuando tu montas un proyecto, por supuesto te preocupa perder dinero, pero casualmente, de la pérdida de dinero, las personas, desde el punto de vista mental se suelen recuperar rápido, pero sin embargo nos cuesta más perder el miedo al fracaso, o al hecho de que no te salgan bien las cosas o al estigma social al que te enfrentas cuando no consigues unos objetivos. De hecho, es tanto el miedo que hay personas con cualidades en diferentes campos que nunca intentan dar un paso adelante solo por miedo a lo que sus familiares piensan o por el miedo a fallar.
Hablando de boxeo, puede que muchos de los boxeadores que a día de hoy evitan a otros rivales o hacen prácticas dudosas en sus peleas, realmente no tengan miedo físico de enfrentarse a ellos, meterse en el ring y liarse a palos y demostrar quien es mejor. Pero sí tienen miedo de las consecuencias que puede llevar para ellos perder, porque si no fuera así no evitarían a los rivales.
Y claro que entre estas consecuencias están las económicas… pero aún hay más. Ellos saben que si, por ejemplo, están invictos, se creen casi Dioses, porque así se les trata con adulaciones constantes,pero acaban perdiendo, las cosas cambian con respecto a los ojos de los otros, incluso su propio ego se puede ver dañado y el miedo puede surgir con respecto a su futuro. No es ninguna broma esto. Recuerdo hace unos años cuando Nassim Hamed perdió contra Marco Antionio Barrera, viniendo Hamed invicto y siendo la gran estrella del momento. Después de perder se retiró directamente y se puso como una ballena comiendo de más.
Y lo curioso es que perder contra Marco Antonio Barrera es algo normal, es decir, no es algo como para sentirse menos y Nassim Hamed no era peor boxeador por esa derrota ni mucho menos, sin embargo así acabó su carrera y casos así están a la orden del día. Esto encima se agrava cuando tu carrera está llevada en forma de mentiras o has sido protegido desde siempre, ya que al final el boxeador está más tiempo defendiendo sus propios cuentos que sus actos, y sus palabras, como es normal, pierden coherencia conforme pasa el tiempo.
Por supuesto, el boxeador siempre puede echar la culpa a su promotor, a las televisiones, incluso al aficionado de que una determinada pelea no se dé, pero en el fondo sabemos que si evitas unas determinadas peleas contra campeones, saltas de divisiones para luchar contra rivales más fáciles, no peleas contra rivales que no se adecuan a tu estilo, o pones cláusulas extrañas en el peso, y todo esto que se hace a día de hoy, está más que claro que tienes miedo.
Y repito, puede que no sea miedo físico, pero si lo tienes con respecto a la incertidumbre que te causa una derrota, o el daño que te producirá socialmente a ti o sobre tu estatus. Entonces amigos, que no nos vengan con que no hay miedos, porque los hay y muchos. Porque si nos los hubieran, se estarían dando todos los peleones que la gente espera y por desgracia no se ven. Y como dije antes le echarán la culpa al dinero, pero el dinero no tapará nunca la mediocridad de los que se llaman campeones pero no quieren demostrarlo sobre el ring