Cuentas pendientes
Tras la nueva victoria de Devin Haney en su pelea de revancha ante George Kambosos el peso ligero necesita ya una pelea que hace tiempo debió darse. Está la del nortamericano Devin Haney contra el ucraniano Vasily Lomachenko. Y recalco que es necesaria porque como bien sabemos, cuando los combates no se dan, conforme va pasando el tiempo se pierden en el limbo y al final no vemos nada.
En este caso Haney es muy probable que más pronto que tarde se vaya de la división por un tema físico, cosa que por ejemplo ya hizo Teofimo Lopez. En el caso de este último se esperaba que pudiera haber peleado contra el propio Haney, Gervonta etc etc, pero no vimos nada de eso, entonces esto podría pasar indudablemente también con Haney. Aunque entrando un poco más en el tema del post la cuestión, es que Lomachenko y Haney tienen cuentas pendientes desde hace tiempo.
Si recuerdan hace un par de años cuando Lomachenko era campeón del CMB tenía como mandatorio al norteamericano, y en aquel momento el ucraniano fue designado como campeón franquicia, dando lugar a una gran polémica ya que este hecho hacía que directamente Haney se convirtiera en campeón, digamos legítimo del Consejo. A partir de ahí todo se escribió y se dijo, desde que Lomachenko había pedido ser franquicia para evitar al norteamericano hasta que Haney no era campeón de verdad.
Un tema que ya prácticamente no importa porque es cansado recordarlo, y que también afectó de manera secundaria a Teófimo y Kambosos, porque hay que recordar que a ellos no se les ha considerado campeones indiscutibles por todo este lío del título franquicia de Loma. Pero en fin, sea como sea la situación dio un giro para llevarnos de frente con los mismos protagonistas.
“Con las victorias contundentes de Haney ante Kambosos, el estadounidense es el monarca absoluto de la división y ahora es Lomachenko el que evidentemente quiere lo que tiene Haney”.
Y por otro lado con Teófimo fuera del peso ya, Kambosos eliminado en el ring y Gervonta, Ryan y compañía haciendo nada, claramente es el momento perfecto para que el círculo entre Haney y Lomachenko se cierre. Todavía no es tarde para que veamos esa pelea y sería un mensaje muy importante de ambos demostrando que ninguno se estaba evitando. Al contrario, si de nuevo vuelven a dejar pasar el tiempo e irse por otros caminos será la constatación de que nunca quisieron pelear.
