Now Reading
Dos robos en la misma pelea

Dos robos en la misma pelea




El 12 de Diciembre de 1930, en el Madison Square Garden de Nueva York, el campeón mundial de peso Pluma, el italo-americano Christopher “Battling” Battalino [28-8-2], defendía su cinturón ante el retador cubano Eligio Sardiñas Montalvo, conocido como Kid Chocolate [57-3-1]. Ese había sido un mal año para ambos contendientes. Battalino, que había ganado su título en 1929 ante el francés André Routis, en 1930 había sufrido siete reveses en 14 combates. Por su parte, Chocolate, que había obtenido nueve victorias en 11 combates, había perdido su primera  oportunidad titular frente al inglés Jack Kid Berg, y venía de una reciente derrota ante Fidel LaBarba. En este marco, ambos necesitaban una victoria para revitalizar sus carreras y estaban dispuestos a dejarlo todo en el cuadrilátero. 

 

La pelea había recibido una gran atención por parte de la prensa, tanto estadounidense como cubana, las casas de apuestas habían batido récords de recaudación, y la noche del combate el Madison se encontraba repleto de punta a punta. Tanta fue la expectativa generada, que el combate fue elegido como pelea estelar, en una cartelera en la que había dos encuentros de peso Pesado. El manager de Kid Chocolate, Luis “Pincho” Gutiérrez, había conseguido para su pupilo una bolsa de 28.000 dólares, que en 1930 era un suma muy importante para un retador en pesos chicos. Es que Chocolate era considerado uno de los boxeadores más talentosos del momento y una de las figuras más prometedoras llegadas del extranjero. De hecho, el retador llegaba como favorito y las apuestas habían cerrado 2 a 1 a su favor. 

 

Al comenzar el combate Kid Chocolate comenzó a imponerse mediante el uso del Jab y su notable juego de piernas; por su parte Battalino, como hacía siempre que peleaba contra boxeadores más hábiles, recurrió a su oficio de swarmer, con una presión intensa y un constante uso del clinch, que bloqueaba los contraataques del cubano. Sin embargo, al minuto y 50 segundos del primer asalto, Chocolate logra conectar un cross de derecha a la mandíbula y manda al campeón a la lona, al tiempo que una gran ovación descendía de las tribunas. El réferi, Arthur Donovan, se tomó su tiempo: primero acompañó al cubano hasta su esquina y luego inició una cuenta excesivamente lenta, que hizo que las ovaciones del público se conviertan en  abucheos y silbidos. El campeón logró reincorporarse a la cuenta de nueve y capear el temporal durante el último minuto de la vuelta. 

 

En el segundo asalto, Chocolate volvió a poner a Battalino en problemas y lo tuvo al borde del KO, pero no logró derribarlo. Con el correr de la pelea el campeón fue recuperando su estado, metiendo más presión y sobre todo, aumentando el número de clinchs, que le impedían a Chocolate desplegar su boxeo y requerían la constante participación del referí. Battalino logró así comenzar a imponer su juego con eficacia a partir de la ronda nueve, pero desde la 12 en adelante el cubano realizó los ajustes necesarios y vapuleó al campeón con combinaciones de ganchos y uppercuts que sólo podían ser detenidas mediante el amarre.

 

Al finalizar el encuentro los púgiles se abrazaron y Kid Chocolate, sabiéndose ganador, levantó los brazos y saludó al público que lo vitoreaba. Sin embargo, para sorpresa de todos, incluido el propio Battalino, tanto los jueces de la Comisión Atlética de Nueva York, Harold Barnes y George Kelly, como el réferi Arthur Donovan, le dieron una Decisión Unánime al campeón, al verlo ganar ocho de los 15 asaltos. Inmediatamente comenzaron nuevamente los abucheos v.  y los silbidos de los 15.000 espectadores que colmaban el Garden, que pronto dieron lugar a algunos disturbios, a causa de los cuales los jueces debieron retirarse con custodia policial. Al día siguiente justificaron su fallo a través de un breve comunicado, que decía que Battalino “había ganado por la agresividad demostrada”. 

 

La prensa estadounidense criticó duramente el fallo. El “Chicago Tribune” escribió: “Los jueces le dieron la decisión a Bat, quien seguramente fue el primer sorprendido. El boxeo es una gran estafa”. Por su parte, James Dowson, del “New York Times” escribió: “De la multitud que presenció el encuentro, verdaderamente emocionante y amargamente reñido, la mayoría no estuvo de acuerdo con la decisión. Chocolate derribó al campeón en el primer asalto, lo tuvo al borde del KO en el segundo, y en opinión de este escritor, ganó nueve de los 15 asaltos”. 

 

El propio Kid Chocolate declaró a la prensa: “Le gané dos veces en una misma noche a Battalino. Gané dos veces el campeonato mundial en una sola pelea y le regalaron la decisión al local. Cuando lo tumbé en  el primer round el árbitro demoró el conteo por gusto. Me acompañó hasta mi esquina cuando yo ya estaba yendo hacia allá y se tardó una eternidad en comenzar a contar. A lo largo de todo el combate le di a Battalino una soberana paliza y sorpresivamente vi como levantaban la mano de mi rival. Pero el público votó por mí y ese sí que no se equivoca: dio uno de los abucheos más prolongados que se hayan oído en el Garden”. 

 

Sin embargo este célebre combate revitalizó las carreras de ambos púgiles. Battalino retuvo su título de peso Pluma durante un año más, realizando otras tres defensas exitosas, que incluyeron una brillante actuación frente al siempre peligroso Fidel LaBarba. Chocolate, por su parte, anotó 10 victorias consecutivas y el 1 de Octubre de 1931, finalmente, se consagró campeón mundial Súper Pluma, al imponerse por TKO en el primer asalto, sobre Joey Scalfaro, suavizando así el amargo recuerdo de haber sido robado dos veces en la misma pelea



© 2022 Golden Era Boxing. All Rights Reserved.