Cuando pensábamos que el señor Saúl Álvarez ya no podía superarse haciendo teatro y buscando peleas que a nadie le interesan, increíblemente va y se supera una vez más. El circo que ha montado Canelo en torno a su figura no para de sacar nuevas comedias y números. La última ya la tenemos con nosotros y es nada más y nada menos que enfrentar a Jermell Charlo.
Si señor, Jermell, púgil que ahora mismo es el campeón indisputado en 154 lbs. De forma que Alvarez volverá a las andadas subiendo a un boxeador, dos divisiones para enfrentarlo, como ya hizo en el pasado, por ejemplo con Amir Khan. Según se dice en principio iba a pelear con el hermano Jermall, pero como este parece que no se encontraba en condiciones, pensaron que daría igual un Charlo que otro. Si total son gemelos, pues para el caso les sirve.
Amigos, no hay una sola persona en el planeta boxístico que le interese una pelea entre Jermell y Canelo. Absolutamente nadie quería ver eso. Lo que todo el mundo quiere es ver a Jermell contra Tim Tsyu, que es su retador obligatorio ya desde hace tiempo, pelea que el propio Jermell ya pospuso alegando lesiones. Se ve que las lesiones son específicas para medirse al australiano. Y por otro lado la gente quiere ver a Canelo contra David Benavidez, o Morrell Jr. que para algo son los retadores legítimos de las 168 lbs en el WBC y WBA, a los títulos de Canelo.
Pues nada, como de costumbre Canelo hace lo que quiere, elige lo que se acomoda a él, y los organismos lo dejan que monte su función de teatro tranquilamente y que se pasee con las manos llenas de cinturones. Por cierto, cinturones que ya no tienen ninguna credibilidad. Lo que más molesta de todo este tema es que una vez se anunció la pelea, la maquinaria mediática empezó a funcionar para limpiar la imagen de este encuentro, muy parecido a como funcionan la campañas electorales de nuestro políticos.
Los políticos da igual lo que hagan, es solo comenzar la campaña donde tienen que pedir el voto, y misteriosamente el lobo se convierte en caperucita, todas sus acciones empiezan a ser limpiadas, pareciendo que todo acto suyo por malo, ruín o asqueroso que fuese tenía una justificación. Pues con el caso Canelo pasa igual, en el momento que elige a su rival, salen los medios afines, periodistas que le hacen palmas y otros boxeadores colegas, a justificar esa decisión. Esto es como la gasolina en el fuego para el fanático del mexicano, que una vez ve eso ya para de pensar y empieza a decir estupideces por todas las redes. Porque para el fanatico de Canelo, este está por encima del mismo Dios.
He llegado a escuchar que esta pelea está igualada porque Jermell es más alto, o que subir dos divisiones no es tanto, ya que Jermell tiene cuerpo para ello. Evidentemente el que dice eso entiende de boxeo lo mismo que yo astronomía, es decir, nada. Pero yo solo les digo que si eso es tan así ¿por qué no ha sido Canelo el que baje a 154 lbs a pelear contra Jermell? Sea como sea, esta historia la hemos visto ya tantas veces que esto parece el día de la marmota. Cada nuevo movimiento que Álvarez da en este deporte, evidencia más toda la falsedad de su carrera. Dinero mucho, fama también, pero si hablamos de boxeo y legado, nunca será respetado.
