La pelea de la redención
En el boxeo de la Golden Era una derrota no significa nada, de hecho hasta campeones mundiales perdían peleas preparatorias y nadie lo veía extraño. Ciertamente en esa bella época,los púgiles peleaban con muchísima frecuencia, con rivales de toda categoría y nunca evitaban ningún enfrentamiento por difícil que fuera. La historia está llena de púgiles con rachas negativas que alternaban con rachas positivas, la posibilidad de redimirse era continua.
Sin embargo en esta época oscura, una simple derrota contra un gran campeón, puede significar que muchos de los fans de un determinado púgil le den la espalda. El invicto que no es más que una anomalía estadística, acaba siendo algo sobrevalorado. Esta es la época de boxrec, donde cualquier cree saber por consultar una simple página de Internet. Pero el boxeo es por suerte algo más complicado y los verdaderos fans, somos aquellos que llevamos años buceando en revistas especializadas, libros, almanaques, veladas y siguiendo carreras de boxeadores desde sus inicios.
Gilberto “Matabultos” Ramírez [44(30KO)-1] es un púgil mexicano que se ha tirado 14 años, sin enfrentar prácticamente ningún reto, subiendo al Ring con una ventaja enorme en la rehidratación. Hace ya siete largos años se proclamó campeón del mundo contra el alemán Arthur Abraham del WBO en las 168 libras. Tras cinco defensas exitosas subió a las 175 libras contra el dos veces retador Tommy Karpency, tras lo que le siguió una seguidilla de otras cuatro victorias antes del límite, entonces enfrentó un verdadero reto.
Su rival sin embargo es un hombre hecho a sí mismo, un boxeador que tras siete años de carrera y 22 peleas seguía siendo un boxeador a tiempo parcial, mientras ejercía de albañil. Joe Smith Jr [28(22KO)-4] se enfrentaría ese día como underdog contra Andrzej Fonfara a quien destruiría en una sola ronda, tras otra tremenda victoria contra el mítico Bernard Hopkins (su última pelea), pudo por fin colgar las herramientas y dedicarse plenamente al boxeo. Tras varios intentos por fin ganó el título WBO de las 175 lbs, una defensa sencilla, dio paso a un intento de unificación que salió fatal.
Tanto Ramírez como Smith vienen de dos derrotas dolorosas, una por ser la primera y otro por ser demolido. Ambos lo hicieron contra los reyes de la división de las 175 lbs, los rusos Dmitrii Bivol y Arthur Beterviev. Con lo cual también les enseñaron la puerta de salida de la división, teniendo que irse al peso crucero a buscar nuevos retos, ya que Gilberto Ramírez fue incapaz de dar las 175 lbs contra Gabriel Rosado y se tuvo que suspender el envite. La edad llegado el momento impide hacer ciertos excesos en el corte de peso y Ramírez lo aceptó, con la consiguiente pérdida de ventaja en la rehidratación.
El pronóstico es un Gilberto Ramírez con ligera ventaja, por tener un tamaño adecuado a su peso normal, con una altura ocho centímetros superior a Joe Smith Jr un semipesado natural. Pero Smith es un boxeador con una enorme capacidad de resiliencia y venderá cara su derrota. Ambos se enfrentan en una pelea en busca de redención, el mexicano Ramírez para demostrar que no es un simple inflado más, sino un buen boxeador con chance de ser campeón crucero y un Smith Jr en la búsqueda de su enésimo renacer. Ambos están en una pelea de redención, pero quizá sólo uno lo consiga.
