El príncipe tuteó al Rey
El sábado en Arizona el canario Samuel “El príncipe gitano” Carmona, nos sorprendió a todos con una actuación sólida, que puso en serios aprietos al campeón de las 112 lbs del WBC, el mexicano Julio César “El Rey” Martínez. Casi nadie esperaba que Carmona fuese capaz de aguantar la presión del campeón durante los 12 asaltos, de hecho sólo había hecho una vez 10 asaltos en su carrera y acabó bastante cansado, pero se ve que el trabajo del preparador físico, el canario Carlos Formento, surtió efecto.
Salió Martínez un poco dormido, lo cual permitió a Carmona anotarse con tranquilidad las dos primeras rondas, suponemos que Eddie Reynoso ya lo habría tenido en cuenta y pensaba que poco a poco se le acabaría la gasolina. Con lo cual el campeón aprieta en el tercero para ir ‘castigando’ al aspirante, pero la movilidad de este le está costando contrarrestarla, así pasa que en el cuarto Carmona se anota la ronda, el primer tercio va 37-39 para el retador, aún así no es sorprendente.
Uno de los defectos del ‘tira piedras’ Julio César Martínez es ser previsible y basar todo su boxeo en su pegada y su mandíbula granítica. Pero eso no siempre es lo más recomendable, porque si no llegan los golpes, uno se va desgastando de forma estéril. El quinto es también para Carmona que está cómodo y no sufre, cuestión que obliga al campeón a subir la intensidad para nivelar el combate, la sexta y séptima rondas son claras para Martínez que hace retroceder a Samuel, pero este no sufre porque no entra en intercambios sin sentido, un octavo asalto igualado que podemos dar al español, deja al final del segundo tercio del combate un 77-75 a favor de Carmona.
Se suponía que a partir del noveno asalto, la estamina del ibérico se acabaría, propiciando la posible victoria por TKO de Martínez, sin embargo la preparación del boxeador canario es extraordinaria y está bastante entero. También es de reseñar cómo la esquina del Rey deja bastante que desear, siendo incapaces de ajustar o dar un consejo de cierta utilidad, estar apelando a la testiculina no es labor de un preparador, sino dar consejos para ajustar y cambiar la dinámica negativa de un combate, cosa que en la del mexicano no pasó, pero en el rincón de enfrente si supieron motivar a Carmona.
Los asaltos 9,10, 11, pueden ser del campeón, que sin embargo pierde el último, dando lugar a una puntuación oficiosa en mi opinión, de 114-114. Las oficiales son 117-111, 116-112 y 114-114 a favor del campeón, las dos primeras demasiado dispersas, la segunda bastante ajustada, quizá un 115-113 fuese hasta razonable, con el desempeño de ambos púgiles, aún así la sensación de otro mal combate de Martínez es inevitable, no en vano Carmona es un sustituto de última hora, con poca experiencia y se supone que asequible. Por suerte nos equivocamos quienes pensábamos que Carmona, aún teniendo claro que haría un buen combate acabaría siendo superado en forma contundente, pero no fue así y por momentos dejó en evidencia a su rival.
Para terminar, el futuro de ambos boxeadores es distinto, mientras que Julio César Martínez está obligado a unificar contra por ejemplo, el británico Sunny Edwards o enfrentarse al Bam Bam Rodríguez, peleas donde es muy posible que sufra una derrota; para Carmona el escenario es muy auspicioso, se le abren las puertas de EE. UU., donde le pueden ofrecer combates más asequibles para irle colocando en los otros organismos y así aprovechar su buena pelea de ayer.
