Esta semana nos encontramos con la noticia inesperada de la retirada del boxeador español Kerman Lejarraga. Él mismo anunció su retiro con un comunicado poco después de que fuera suspendida la pelea que tenía prevista para el día 29 de abril en Madrid. Evento que por cierto era organizado por él mismo. De esta forma a partir de ahora Kerman seguirá su andadura en el boxeo pero como promotor.
Evidentemente esta noticia ha sido una sorpresa para la afición española, teniendo en cuenta además que Lejarraga sólo tiene 31 años. Además ha sido uno de los boxeadores españoles más seguidos en los últimos años, con un número de fans bastante fiel. Por otro lado, su estilo de boxeo agresivo, de ir hacia adelante a noquear también hacía que fuera una atracción importante. Es un boxeador que llenaba en las veladas, especialmente en el País Vasco, donde es un ídolo.
Al final Kerman cuelga los guantes con un récord de [34(26KO)-3-0], donde hay que destacar que fue campeón de Europa en dos divisiones (Welter y Superwelter) y campeón de España en Welter. Naturalmente con ese registro era un es boxeador importante dentro del panorama nacional español, aunque también está claro que no podemos compararlo con otros que fueron campeones mundiales o que al menos estuvieron peleando contra los mejores.
Lo interesante en la carrera de Kerman es que desde siempre se generaron unas expectativas muy altas en torno a él, especialmente por sus fans. No por el propio Kerman, ya que él siempre se mantuvo bastante aislado de medios de comunicación, redes sociales y demás. Es decir, desde fuera, los que seguimos el boxeo siempre veíamos a Kerman a la hora de su pelea, terminaba siempre agradeciendo muy respetuosamente a sus rivales y al público, y luego prácticamente no sabíamos más de él hasta que volvía a boxear.
Casi siempre las polémicas en redes sociales y medios eran por las típicas grescas de aduladores y detractores. En mi caso, como personalmente no conozco a Kerman, sólo podía hablar de lo que veía cuando subía al ring, como un aficionado más. Siempre lo ví como un tipo valiente que ponía todo encima del cuadrilátero. Intentaba dar espectáculo, siempre yendo hacia adelante y buscando noquear a su rival sin contemplaciones. Eso digamos que era lo positivo, la seña de identidad de su boxeo.
Luego lo negativo, bajo mi punto de vista, era la parte técnica y defensa. Es decir, al igual que era valiente era previsible en su boxeo y recibía demasiados golpes, incluso de boxeadores que no eran excesivamente talentosos. Es por ello que yo no entendía por qué muchos aficionados españoles ponían unas expectativas tan desorbitadas desde tan temprano en la carrera de Kerman.
Eso es que no creo que le beneficiara tampoco a él aunque estuviera alejado de los medios, porque al final hasta que no sales de Europa y empiezas a tener rivales de México, Estados Unidos, etc, etc, nunca sabes el nivel real que tienes. Por desgracia, la realidad del boxeo es así. Si nosotros analizamos fríamente los rivales de Kerman, los mejores eran boxeadores ingleses que tampoco fueron clase mundial. Luego quizá el boxeador más potente al que enfrentó fue el ruso Avanesyan, y perdió las dos peleas por nocaut. El caso es que Avanesyan que sí ha hecho un gran papel en Europa, tampoco ha podido hacer nada a nivel mundial.
En definitiva, pienso que Kerman debe estar orgulloso de los éxitos que ha conseguido, y si piensa que es el momento de decir adiós, lo veo genial. Si se encuentra bien de salud, es lo más importante, y esperemos que pueda hacerlo bien de promotor. En principio este primer evento está bastante bien con peleas interesantes a nivel nacional. Por otro lado, con respecto a la afición española, debemos no caer tanto en el fanatismo con nuestros boxeadores.
Está perfecto que apoyemos a los nuestros, siempre los debemos hacer, pero no nos podemos poner las vendas en los ojos siempre. En el boxeo para ver si tienes nivel mundial tienes que enfrentarte con gente de fuera de Europa. Reino Unido es el primer medidor, pero para saber en qué punto estás no vale sólo eso. Y esto lo sabemos todos perfectamente, y hay tantos ejemplos que ni siquiera hay que comentarlos. Así que esa humildad debemos tener los aficionados. Y aclaro que esto es un tema de la afición más que de los propios púgiles, ya que en muchísimos casos ellos suelen tener los pies en el suelo, mientras que los fans estamos en las nubes.