Vuelta al pasado en Japón
En 1582 en la isla de Cagayan (actuales Filipinas), Juan Pablo de Carrión un veterano capitán español de 69 años, se enfrentó y derrotó a cerca de 600 guerreros japoneses con apenas un puñado de hombres. La cuestión es que existe una leyenda excesiva en torno a los samurai, pero a partir de ese hecho se forjó la leyenda de los hombres mitad pez mitad lagarto que pasaron por el agua a los supuestamente invencibles japoneses.
Kiko “La sensación” Martinez, con cerca de 60 peleas y 20 de carrera pugilista [44(31KO)-11-2], es un veterano doble ex campeón mundial que desde hace tiempo se encuentra con su posible última pelea. Es su segundo combate en el llamado lejano Oriente, más concretamente en Japón, la tierra del sol naciente, donde hace ya nueve largos años derrotó al ídolo local, Hozumi Hasegawa por TKO en siete asaltos.
Aquella fue una victoria de un Kiko Martínez que metió a su rival a una guerra que le interesaba, porque sabía que Hasegawa no aguantaría 12 asaltos a el ritmo endiablado del alicantino. Entonces estaba en juego el cinturón de las 122 lbs en versión de la IBF, además era un combate vital para la carrera de Kiko, que encima tenia ciertos apuros económicos.
Su rival por esta eliminatoria de las 126 lbs de la IBF, será Reiya Abe [24(10KO)-3-1], actual campeón japonés de la división, cuestión no baladí (existen actualmente más de 145 púgiles japoneses en esa división), con lo cual podemos deducir que tiene un cierto nivel y una cierta fama en su país natal. Su boxeo es técnico, un poco extravagante, con las manos a veces un poco bajas.
La pelea probablemente tenga diferentes fases, una donde Abe evite el intercambio con el ex campeón español, y donde se anote la mayoría de las vueltas, una segunda etapa donde el trabajo al cuerpo y cortando el ring, le den el dominio a Kiko, y una tercera donde est corte el árbol, acabando antes del límite con el japonés. Una victoria del español con astucia, como la del capitán Carrión muchos años atrás, en inferioridad (Abe es siete años más joven, siete centímetros mas alto y pelea en casa) que esperemos le catapulte a su última bala, una oportunidad bien merecida.