Sorpresa relativa
Liam “Beefy” Smith encaraba la entrada al ring del Manchester Arena con paso sólido y confianza, es lo que se llama en el argot pugilístico “Ring Walker” que algunos como Jorge “Maromero” Páez convirtieron a veces en momentos más interesantes que sus propios combates. Otros como Mike “Iron” Tyson ignoraban esa parte y subían con pantalón negro clásico y una simple toalla por encima, cuestión en la que estoy de acuerdo, el boxeo es dentro del ring, las parafernalias excesivas no valen de nada si luego te caes al primer golpe.
Sin embargo, a Chris Eubank Jr. tuvieron que tocarle en la puerta para advertirle de que era el momento del combate. Le acompañaba el legendario ex boxeador Roy “El extraterrestre” Jones Jr., su actual preparador, quien intenta darle un nuevo estilo a Eubank, que más bien parece una imitación barata del propio Roy Jones que otra cosa, tampoco dispone del carisma de su padre Chris Eubank Sr, que era un púgil odiado por ser engreído, mal encarado y sobre todo ganador, de hecho estuvo cerca de ocho años como campeón mundial, su hijo ha estado cero días como campeón mundial, la comparación es odiosa (lo suele ser, pero en este caso es así realmente).
Al Jr. se le recibió con unos cuantos abucheos, en todos los combates en Inglaterra hay un héroe y un villano, el elegido para ser el malo esta noche fue Chris, tal vez por ser el amplio favorito (cuestión bastante sorprendente) con un 2.5 a 1. Los récords de ambos púgiles son parecidos, Liam Smith ahora [33(20KO)-3-1], frente al de Chris Eubank Jr. desde este sabado [32(23KO)-3], pero indudablemente Beefy ha tomado más riesgo en su carrera, con derrotas fuera de casa frente Canelo “Clembuterol” Álvarez, Jaime “Escapa Mandatorias” Munguia o la cerrada contra Kurbanov, sin embargo el Jr. no ha salido nunca de la protección de su apellido y su promotora, con una carrera que le ha hecho ganar dinero pero no tener ningún legado.
Tras la presentación, se quedaron los dos protagonistas, la hora de las bravuconadas se había acabado, ahora había llegado la hora de la verdad, más en un combate que era una encrucijada para los dos, la victoria de Eubank le situaría a las puertas de un enfrentamiento contra Gennady Golovkin (El triple Fraude), un combate con nulo interés boxístico, todo sea dicho. Para Liam Smith significaba la posibilidad de volver a ser aspirante a un título, ya fuera en las 154 o 160 lbs, la posibilidad aunque difícil sería muy plausible.
Tras tres asaltos sin mucha acción, donde Eubank jr. mantuvo a cierta distancia a Smith, era difícil puntuar los asaltos ya que no había un claro dominador, cada uno con su estilo, el de Eubank con una mano adelantada en constante movimiento para descentrar a Smith, quien a su vez iba bien tapadito. Pero la cuestión es que en el cuarto, Smith acorrala a Eubank contra las cuerdas, quien en un error de novato se queda para ser cazado por múltiples golpes (sobre todo un Upper) que le derriba y le deja con las “piernas de trapo”, de forma extraña el árbitro deja continuar la contienda, por lo que tras unos breves instantes Smith derriba de nuevo a su rival, provocando la final de la contienda.
Aunque pueda parecer una victoria sorprendente de Beefy, no lo es tanto, quizá si en la forma, un KO contundente en pocos asaltos, contra un púgil encajador y favorito, pero no así en el fondo de la cuestión, donde una hipotética victoria a los puntos era bastante probable. La derrota si es un palo
gordo para Eubank y su equipo, quienes seguramente activarán la cláusula de revancha, en una pelea que será muy bien vendida en Inglaterra, donde el ambiente es envidiable y estos combates son acontecimientos que acaban con las entradas en poco tiempo, en mi opinión eso es lo que pasará, si algo saben los “Corsarios” ingleses es crear expectación y vender sus productos, si así es, aquí estaremos esperando.