Michael Moorer, nacido en New York el 12 de noviembre de 1967, es quizás uno de los boxeadores más subestimados (underrated) en los últimos 50 años. “Double M” comenzó en el campo rentado combatiendo como Semipesado, con un físico atlético y muy fuerte. Pronto destacó como un excelente prospecto, formado por el gran Emmanuel Steward en el legendario gimnasio “Kronk” de Detroit, y entrenando al lado de grandes campeones como Thomas Hearns, Milton McCrory, Gerald McClellan y otros. Moorer sobresalía por una pegada fulminante a la que le agregaba una gran técnica, precisión y una impecable factura en la ejecución de cada golpe o combinación.
Como semipesado era una máquina de destrucción que barrió sin piedad con todo el que se le puso delante. Debutó profesionalmente en 1988, y en ese año combatió ¡12 veces!, consagrándose en la última de estas peleas como el primer campeón mundial de la categoría en versión WBO, título que defendería nueve veces, siempre con victorias por KO. Tras ello y no consiguiendo que los demás campeones quisieran unificar con él, decide subir de peso, pues no le quedaban retos en las 175 lbs, pero se saltará el peso Crucero e irá derecho a la categoría máxima, pues sabía que allí se encontraban los verdaderos retos, y por supuesto, las mejores bolsas.
No creo equivocarme si aseguro que de no subir de categoría, Moorer quizás se hubiese transformado en el mejor Medio Pesado en la historia del boxeo o como mínimo entre los tres mejores, al lado de nombres como Archie Moore, Ezzard Charles o Bob Foster. Para muestra basta un botón dicen: en sólo dos años y medio en las 175 lbs, logró un título del mundo, nueve defensas y al subir a los Pesados, lo hizo con una marca de [22(22KO)-0], y con ocho de esos KO en el primer asalto… Su última pelea como medio pesado fue el 15 de Diciembre de 1990 (victoria por TKO 8 ante Tony Stonewalker), pesando 175 lbs clavadas. Su primera como pesado se realizó sólo cuatro meses después, en abril de 1991, victoria por TKO 2 ante Terry Davis, pesando 213 lbs, o sea que subió 38 lbs en menos de cuatro meses.
En los pesados siguió pasando por arriba a sus rivales, siendo Mike White el primero en llegar a la última campaña ante Michael. White media 2,08mt y pesaba 275 lbs, cayó en el último episodio y la campana lo salvó, victoria para Moorer por UD. Tras cuatro peleas va por el título del mundo vacante WBO en combate ante Bert Cooper, en una auténtica guerra de cinco asaltos que sería pelea del año en 1992, con un primer asalto entre los más electrizantes que se recuerden, con caídas por ambos lados y los dos boxeadores al borde del KO. Esto termina con TKO tras sólo cinco asaltos en favor de Moorer, quien ahora era campeón en dos categorías y con un logro único: ser el primer campeón mundial zurdo peso Pesado en la historia.
Ya como campeón mundial de los pesados WBO, poco después logró los títulos IBF Y WBA también, esta vez venciendo por puntos, nada más y nada menos que a Evander Holyfield (y a un Holyfield en su Peak). En la primera defensa perdería el invicto y los títulos ante el incombustible “Big” George Foreman, en una pelea que nadie olvidará, ya que Moorer venía ganando cómodamente en las tarjetas, cuando Foreman metió un recto corto a la barbilla y lo derribó por toda la cuenta, proclamándose el campeón mundial de mayor edad en conseguirlo hasta el momento. Moorer se rehizo, venció a varios rivales, entre ellos al duro Francois Botha por KO, y volvió a verse la cara con Holyfield, en revancha de su anterior triunfo. Evander llegaba como campeón WBA y Michael como el de la IBF, en pelea unificatoria.
Este combate fue muy diferente al anterior, quizás fue la peor pelea de Moorer en el alto nivel. No fue su noche, lució tibio, timorato y Holyfield lo superó ampliamente desde la primera campanada, tirándolo dos veces en el séptimo y otras dos en el octavo, hasta que detuvieron el combate y fue victoria para “The real deal”. Este tropiezo caló hondo en Moorer, quien dejaría el box por tres años, volviendo en el 2000, ganando en su regreso cuatro combates, hasta ser detenido por ese huracán de poder, que era el samoano David Túa, quien lo derrota con un espectacular KO en sólo unos segundos del primer asalto. Ya en la parte final de su carrera, ganaría todos sus combates, con una sola derrota por puntos. De estas victorias destaca un KO en nueve asaltos ante el ex campeón mundial Crucero, el kasajo Vassiliy Jirov.
Combatiría hasta 2008, cuando con 40 años y tras noquear a Shelby Gross en el primer asalto, se retiraría, dejando una marca impresionante de [52(40KO)-4-1], y varias marcas imborrables en la historia del boxeo como legado personal. Algunos se equivocan menospreciando a Moorer, incluso he leído por ahí que le han adjudicado una mandíbula dudosa, algo totalmente infundado, ya que sólo fue noqueado por Foreman, Túa y Holyfield, los dos primeros entre los más temibles noqueadores en la historia de los pesados y Holyfield un súper élite con innumerables KOs en su haber. También tengamos en cuenta que Moorer era un Mediopesado que llegó a la categoría de los grandotes sin ser un Pesado natural.
Hoy día vive con su esposa y cuatro hijos en la zona de la Florida, mientras intercala sus actividades ligadas al boxeo con su trabajo como investigador privado, el cual desarrolla desde hace casi 15 años. Moorer a continuación nos contará las mejores virtudes de los grandes rivales que le tocó enfrentar.
MEJOR JAB: “Vassiliy Jirov, quizás debido a su estilo europeo, donde la escuela rusa maneja muy buena técnica, aparte por ser zurdo, sabía muy bien cómo enfrentar a otro zurdo y tiraba muy bien el Jab”.
MANOS MÁS VELOCES: “Bert Cooper, él y su equipo creyeron que venían a la pelea con una gran velocidad, y sí la tenía, pero yo viniendo de categorías menores, creo siempre tuve esa ventaja, fui más veloz de manos que todos los rivales que enfrenté. Y así y todo reconozco que Bert tuvo la mayor velocidad de manos entre mis oponentes”
MEJOR DEFENSA: “George Foreman. George era muy difícil de golpear con golpes netos, sus brazos son enormes, largos y gruesos, los cruza delante tuyo y se complica superar ese escollo y entrarle. Aparte era como golpear un muro, era duro realmente”.
MEJOR JUEGO DE PIERNAS: “Leslie Stewart, él siempre me dió problemas. Fue la primera vez que enfrenté a alguien que realmente supiera boxear. Era un muy buen púgil y sabía cómo moverse y enfrentar a un zurdo”.
QUIJADA DE ACERO: “Frans Botha, Foreman también soportó golpes muy fuertes, en un momento pensé: ‘Woowww…diablos, con qué debo golpear a este tipo?’. Pero de elegir a uno, me decanto por Botha: le aterricé mis mejores golpes, golpes limpios, nadie soportó de pie eso. Creo que por momentos estaba como en trance, hasta que Mills Lane entendió que ya era demasiado y detuvo el pleito en el asalto 12”.
MÁS INTELIGENTE: “Holyfield. Oh, Evander cada vez que enfrentó a alguien por segunda vez, fue mejor. La única excepción quizás sea ante Lennox. Holyfield era un gran analista del estilo de sus rivales y sabía plantear muy bien la estrategia, siempre admiré su inteligencia”.
MÁS FUERTE: “Bert Cooper. Yo siempre fui muy fuerte, nunca sentí que alguien fuese más fuerte que yo. Contra Cooper fue mi primera guerra en un Ring, realmente una batalla sin cuartel. Para venir así, alguien tiene que ser muy fuerte y Bert esa noche lo fue. Después pude hacer algunos ajustes y logré imponerme, pero él fue un toro”.
MAYOR PEGADA: “Enfrenté a Foreman y terminé noqueado, Botha y Holyfield golpeaban duro también. Creo que cualquier pesado de élite, si te pega en el lugar correcto, estás acabado. Pero pienso que la pegada más dura la tenía David Túa. Sabía muy bien como descargar su poder, sus golpes tenían una trayectoria corta, extremadamente veloz y traían todo el peso de su cuerpo. Él nunca estaba en puntas de pie o saltando, cuando descargaba, tenía las dos plantas de sus pies 100% en contacto con el suelo, sus golpes eran una descarga de 380 voltios, aparte tenía una quijada poderosa”.
MEJOR TÉCNICA: “Holyfield, él sabía boxear, sabía pegar, sabía cuándo esperar y cuándo pelear. Era un súper clase, un profesional en todo el sentido, fue el mejor que enfrenté. Podía hacer ajustes, adaptarse, era capaz de saber qué hacer y cómo hacerlo”.
EL MÁS COMPLETO: “Lo acabó de decir, Evander. Aparte de su inteligencia y todas sus virtudes técnicas, su estamina y corazón eran los de un súper hombre. El 90% de su carrera estuvo en su Peak, y cuando estás en tu Peak te sentís capaz de todo, no importa quién esté enfrente. Holyfield siempre estaba en excelente forma, y si no podía vencerte la primera vez, te vencería la segunda”.
Espero que lo hayan disfrutado, como ya he dicho, me parece bárbaro leer la opinión sobre sus rivales, dada por el propio boxeador que estuvo cara a cara con ellos en un cuadrilátero. Estas opiniones e historias son invalorables y valen más que la opinión de cualquier fan o periodista. Es la voz de los verdaderos protagonistas. Seguiremos publicando otras historias de esta serie.