Ya han pasado unos días del combate entre Devin Haney y Vasyli Lomachenko y casi hasta el día de hoy resuenan los ecos de la polémica por el resultado. Sinceramente yo no podía esperar que se llegara a este punto casi de locura enfermiza por gran parte de los fanáticos y también personas del mundo del boxeo. Un montón de personas, incluso periodistas especializados hablando de robo, de que Loma dio una exhibición, una cátedra, etc, etc…
En fin, gran parte del mundo boxístico trata a Lomachenko como una víctima. Lo curioso es que no es la primera vez que pasa, porque le podemos añadir la parafernalia mediática que se formó con él después de la guerra de Ucrania y por otro lado también cuando perdió contra Teófimo López, mucha personas hablaron que había sido una decisión injusta.
De hecho cuando Loma pierde, y ya es la tercera derrota que tiene, siempre salen sus fans a decir que le han robado. Lo hicieron con Salido, con Teófimo y ahora con Haney. Parece que estas personas no aceptan que su ídolo pueda perder. Tampoco aceptan que no sea ese boxeador tan dominante que ellos piensan y que los tiene enamorados. Pero bueno, más allá de eso pudimos ver un gran combate, incluso podría decir que mejor de lo esperado, ya que mucha gente preveía una pelea más estratégica o defensiva teniendo en cuenta los estilos de ambos.
A mi particularmente me gustó bastante la actitud de ambos. Creo que Lomachenko lo hizo bastante bien y demostró que la edad no le ha pasado factura, mejorando la imagen de sus últimas peleas. También Haney se vió con actitud proactiva, en intervalos yendo a buscar a Loma y enseñando que no le quedaba grande ese evento ni el rival. En mi caso tengo que decir que no soy fanático de ninguno de los dos, me daba exactamente igual quien ganara.
Yo como bien saben soy español, por lo que ninguno es mi compatriota, no los conozco personalmente, y desde el punto de vista de la personalidad no tengo simpatía especial por ninguno. Me centro sólo en lo que veo de ellos como púgiles en el ring e intento disfrutar de ambos. Además por tema de horario tuve que ver la pelea justo al despertar y no miré ningún comentario ni noticia antes. Lo hice así para no sentirme condicionado a las opiniones de colegas u otros medios. Por tanto digamos que era un aficionado con una mirada bastante objetiva. Y mi primera impresión fue evidentemente de una pelea igualada, donde vi varios rounds sin un dominio determinante de ninguno.
En líneas generales me pareció que podía ser un empate, o para Haney 115-113. Por tanto la decisión final de los jueces no me pareció descabellada. Eso sí, tampoco me voy a pelear con nadie si me decían que Lomachenko había ganado 115-113, o una decisión dividida para cualquier lado. Es decir, puedo entender un resultado cercano porque también entiendo la dificultad de evaluar varios asaltos en directo.
Ahora, de ahí a hablar de robo descarado, de que hay que recurrir la decisión, y todo ese circo que se ha montado hay un gran trecho. Robo fue lo que le hicieron a Barroso hace un par de semanas, no esto. Robos he visto muchos en Inglaterra, en Rusia y en medio mundo donde un rival ha ganado 10 rondas de 12 y le han dado perdedor. Pero eso no pasó el sábado en Las Vegas. De hecho, Lomachenko no pasó por encima de Haney ni demostró ser mejor que él. Se vio un nivel muy bueno de ambos y muy parecido con diferentes estilos.
No podemos estar poniendo excusas a cada rato cuando no gana el que a nosotros nos cae bien. Tampoco me vale el cuento del peso, ya que en este caso Haney dio las 135 lbs, y no le puso ningún impedimento a Loma tampoco. Si Lomachenko está en 135 lbs es porque él quiere. Entonces ese rollo de que Haney rehidrata más no me vale. Haney cumple el día del pesaje igual que Loma. Si no quieres conceder ventaja física quedate en uno o dos pesos inferiores y listo. Otros púgiles como Gervonta o Canelo ganan a muchos de sus rivales imponiéndoles limitaciones en el peso, eso Haney no lo hace.
Así que los fans de Lomachenko tienen que aprender a disfrutar de su púgil, gane o pierda, poner los pies en el suelo y darse cuenta que quizá Loma no sea el Dios que ellos creen. Por otro lado, el propio ucraniano también debe aprender a perder, porque sus gestos y declaraciones después de la pelea menospreciando a Haney son una falta de respeto a su rival y al boxeo en si.