Desde las cuerdas
Así contemplo los tiempo del boxeo, como va cambiando, evolucionando (no siempre para mejor) en qué mejora, en qué empeora, qué se agrega a los diferentes estilos, qué se ha ido perdiendo a través de las décadas, qué nos atrapa, qué nos invita a sentarnos y observar las peleas, a apasionarnos, disfrutar y porque no a veces a molestarnos y hasta enojarnos.
Se dice hoy día que el boxeo es puramente de estrategia, básicamente es cierto pero yo diría que también es de inteligencia al saber descifrar los puntos débiles del rival y sobre todo sus sorpresas, a esto por supuesto se le agrega algo que damos por descontado, una excelente preparación y cuidado, “las peleas se ganan en el gimnasio” decía un viejo adagio y creo no se equivocaba.
El público conocedor, el fan amante de la noble ciencia o bien el analista experto, están listos siempre para participar y aportar esa opinión tras cada asalto y se transforman en la esquina de uno u otro púgil, a veces gritando lo que deben hacer, en que cambiar el planteamiento, como si el boxeador pudiese escucharlos a través de la pantalla, esto es parte de la pasión y el fanatismo que el deporte despierta en cada uno de nosotros.
El problema es que hoy el boxeo se viste de tintes que no permiten descifrar o en el peor de los casos aportar una opinión que valide una pelea seria, pues el negocio que siempre existió, dicho sea, hoy por hoy muchas veces atenta contra el ‘boxeo de verdad’, pactando combates que a nadie le interesa, aplazando peleas que todos esperamos, agregando cinturones, campeones y títulos que pasan a tener un valor superfluo e intrascendente.
Se ignoran las clasificaciones, se inventan los retadores y se apagan las oportunidades para quienes vienen trabajando fuerte y carecen de reflectores o medios poderosos que los apoyen, muchas veces (y lamentablemente) el talento y la calidad pasa a un lugar secundario y es reemplazado por la publicidad, una promotora importante y lo que es peor, el apoyo de fans casuales, con poco o nulo conocimiento de esta actividad. Definitivamente somos nosotros, los que amamos el boxeo quien debemos bregar por su renacimiento, y desde esta página así lo haremos, no les quepan dudas. ¡Hasta la próxima!
