El boxeo en el sentido más amplio de la palabra y que entendemos por él
El boxeo es mucho más profundo y complejo que simplemente dos seres humanos dándose trompadas sobre una tarima. En primer lugar aclarar que este artículo está dirigido a los fans, a todos aquellos que amamos el boxeo, cada uno con sus parámetros, nivel de conocimiento, criterio y demás, pero coincidiendo en la pasión por este deporte, sea como espectador, fan de toda la vida o simplemente casual, algunos incluso practicándolo como aficionados o como deporte recreativo. Hablar de un boxeador profesional es otro tema, algún día abordaremos el tópico de por qué alguien se dedica a boxear. Hay diversas circunstancias y motivos: pasión por el deporte en sí, descubrir que se tiene un talento especial, necesidad de salir de la pobreza, demostrarse a uno mismo hasta dónde se es capaz de llegar o una combinación de varios de estos puntos.
Volviendo a enfocarnos en el tema que hoy nos ocupa, diré que el boxeo es mucho más que un deporte, es una forma de vida. Es tal vez el más solitario, sacrificado y duro de todos los deportes, esto es algo en común con otras disciplinas individuales (los deportes grupales entran en otra división), pero aquí mucho más remarcado, si bien por ejemplo el tenis, el automovilismo, el motociclismo o la lucha, son también deportes solitarios. Un tenista profesional por ejemplo, juega unos 60 partidos al año (promedio), cuando un boxeador profesional (centrándonos en estos últimos 50 años), pelea entre tres y seis veces al año (promedio). Esto nos dice varias cosas, en primer lugar que un boxeador tiene pocas oportunidades para demostrar su nivel y que una derrota lo atrasa bastante en el desarrollo de su carrera.
También es un deporte en el que tener “un mal día” no está permitido. En casi cualquier otra disciplina, un mal día se paga con una derrota, con quedar eliminado de un torneo, pero no mucho más que eso. Acá, un mal día se paga con la salud, te golpean, te lastiman. Puede ser muy peligroso, más allá de que el caer derrotado en una pelea importante no se revierte tan fácilmente. No tenés otra oportunidad el próximo fin de semana. Los que realmente amamos el boxeo lo entendemos con un amplio criterio, valoramos a sus protagonistas, sabemos de todo lo que vive un boxeador, le damos mucho respeto y valor a quien sube profesionalmente a un cuadrilátero. Por eso me duele y molesta sobremanera, cuando leo o escucho a un fan de ocasión o a un cabeza hueca que no tiene ni idea de qué va esto, faltarle el respeto o criticar de forma grosera a un púgil.
Infinidad de veces habremos escuchado de gente que no entiende ni les gusta el boxeo, frases como: “para mí eso no es un deporte”, “debiera prohibirse”, “es algo salvaje y bestial”, “terminan tontos o muertos” y demás basura. Es típico de gente sin criterio o sentido común. No tienen por qué disfrutar del boxeo, es aceptable y respetable que no les guste, pero humildemente creo que para opinar de algo hay que conocer y entender mínimamente lo básico sobre el tema. Yo no entiendo nada de navegación a vela o equitación, tampoco me gustan o interesan, pero no por esto me pongo a decir que son actividades horrendas, que abusan de los caballos o que navegar es aburridísimo. Me abstengo de opinar y listo, muy sencillo, de esta forma le doy respeto a los que sí les gusta y me ahorro de quedar como un estúpido.
El boxeo no es algo bruto, torpe o primitivo. Muy por el contrario, es casi un arte, un deporte con su propia ciencia, donde los que se enfrentan son dos rivales en igualdad de condiciones, de peso similar, entrenados y preparados para lo que van a afrontar, sabiendo muy bien lo que están haciendo y a qué se exponen, con un equipo atrás, y todo esto controlado por un claro estatuto de normas y parámetros que en forma de reglamento regulan la actividad, con jueces, un referí o árbitro sobre el Ring junto a ellos, asegurándose de que se cumplan las reglas y con la tarea de “cuidar” del boxeador. Por supuesto que, como en todo, hay fallas y muchas veces, algún punto de los anteriormente citados (o varios), no se cumplen como debieran, pero esto no es culpa del boxeo en sí, sino de quienes organizan, manejan y regulan los eventos.
¿Qué nos gusta del boxeo? Bueno, aquí deberé ser un poco personal y parcial en la respuesta, pues como “sobre gustos no hay nada escrito”, daré mi opinión personal. No a todos nos gusta lo mismo, ni lo vemos y disfrutamos de igual manera. Acabo de cumplir 54 años, disfruto del boxeo desde que era un niño. A mi padre y a mi abuelo les encantaba y junto a mi hermano nos quedábamos hasta la madrugada viendo peleas por TV. Mi papá nos compró guantes a los dos, en casa había un gimnasio y una bolsa, nos enseñó a sacar golpes y a pegar, desde chicos practicamos. Fuimos creciendo, siempre viendo peleas y cuanto festival de boxeo tuviésemos oportunidad de presenciar. Vi diferentes generaciones de púgiles, desde fines de los ‘70s hasta nuestros días.
Lógicamente uno va evolucionando, creciendo, aprendiendo, y desde hace años tengo una visión mucho más amplia que a mis 12 o 15 primaveras. Hoy disfruto mucho más del boxeo en un sentido más amplio. Antes me alucinaban los KO’s, los boxeadores de pegada fulminante, los que se plantaban cara a cara a cruzarse. Ojo, todo eso me sigue enloqueciendo, sería un tonto si lo negara, ¿qué hay más emocionante que un gran KO? Pero el gusto se va refinando. Hoy disfruto mucho con un boxeador inteligente, de gran técnica, del uso de todas las herramientas que existen para lograr una gran defensa, desde la guardia, al juego de piernas, cintura, cabeceo, hasta el clinch bien utilizado. Miro como sacan los golpes, busco la perfección en cada movimiento, la belleza de un Jab bien lanzado, un gancho en el momento oportuno, el saber “caminar” el cuadrilátero.
Me provoca placer ver a un boxeador que transmite seguridad, que se le ve en la cara que disfruta lo que está haciendo, que sabe retroceder pegando, dar un paso lateral, me gustan los buenos contragolpeadores, la interacción del púgil con su rincón, aplaudo al que se da cuenta que las cosas no están yendo bien, sobre la marcha cambia la estrategia y comienza a pelear de otra manera. No me gustan los boxeadores unidimensionales, que no saben adaptarse, que pelean siempre igual, sea quien sea su rival, que no tienen recursos técnicos. El boxeo es muy rico, complejo y bello. Existe un innumerable arsenal de técnicas y recursos como para que un boxeador sobre el ring pueda buscar ser mejor cada día. Por supuesto la base de todo está en el gimnasio y no existe excusa para que un profesional se presente mal preparado.
Para último dejo uno de los puntos más determinantes: “Buenas peleas”. Para que esto ocurra es necesario que se enfrenten boxeadores igualados, no primeras figuras contra veteranos en su salida, o boxeadores de élite contra otros de segunda o tercera línea. Los mejores deben ir contra los mejores. Eso pretendo y exijo, para eso pagamos una entrada o un PPV, y gracias a ello los boxeadores se llevan una bolsa, y muy cuantiosa en caso de las principales figuras internacionales. Cuando se cruzan rivales de primer nivel, ambos en su prime, generalmente salen grandes peleas, vemos a estos monstruos esforzarse al 100%, dar lo mejor de sí, poner a relucir todas sus habilidades.
Ahí notamos cuan exigente fue su preparación física, los vemos echar mano a todos sus recursos, son esas peleas que nos tienen sentados en el borde de la butaca, nos ponemos de pie de un salto, gritamos, nos agarramos la cabeza, nos invaden los nervios, la adrenalina nos pone en un estado de éxtasis… Finalmente esto es lo que buscamos, emocionarnos, disfrutar de nuestro deporte preferido, ser sorprendidos. Cuando comienza una pelea de alto nivel, nunca sabremos cómo terminará o cuando, el boxeo es uno de los deportes más impredecibles, un solo golpe puede cambiarlo todo, una distracción, un error en los últimos segundos y todo el fino trabajo de casi 12 asaltos, puede irse al desagüe… esa imprevisibilidad es en parte lo que lo hace tan atrapante.
Amigos, a ustedes les gusta el Boxeo tanto como a mí. ¿Qué piensan? ¿Qué les gusta de nuestro amado deporte?