El nuevo rey de las 140 lbs
Ya advertimos que el enfrentamiento entre el criollo Regis Prograis y Chon Zepeda, era una pelea de alto voltaje, y en honor a la verdad no decepcionó en absoluto, un combate de estilos entre dos duros pegadores, uno de la ‘vieja’ escuela como Prograis y un contra golpeador nato como es Zepeda. Un duelo de pistoleros, entre dos de los boxeadores más infravalorados del momento, cuya oportunidad para este título les costó bastante.
El título en juego era el vacante de las 140 lbs en versión WBC, del que había sido desposeído el escocés Josh Taylor, siendo precisamente Taylor el único boxeador capaz de derrotar al boxeador de New Orleans, Regis Prograis, en una pelea bastante cerrada, donde Regis perdió su título WBA. Para el norteamericano con ascendencia mexicana José Zepeda, era su tercera intentona de proclamarse campeón mundial, la lesión de José Carlos Ramírez el retador inicial, le abrió esta nueva puerta, que para nada era un regalo.
Como ya dijimos Rougarou Prograis, empieza con un ritmo pausado, sacando el jab de derecha, guardando esa segunda mano de izquierdas de momento, cuestión que hace que Zepeda se sienta cómodo, mete los mejores golpes como algún cruzado de derecha que hace retroceder a Prograis, también impacta con buenas contras, mientras Regis parece estar estudiando el terreno, moviendo continuamente la cabeza y buscando coger la distancia.
La primera y la segunda ronda son para Chon Zepeda, que se muestra más activo, cuestión que ya habíamos tenido en cuenta, sabemos que Prograis es un boxeador que va de menos a más, pero a partir del tercero el jab de derecha, continuado con esa segunda mano de izquierda van imponiéndose, de hecho ya nunca Zepeda consigue quitarse de encima esa mano, que le va minando poco a poco la anatomía, Prograis no es un noqueador explosivo como Zepeda, sino un picapedrero que te va destruyendo poco a poco.
Los asaltos que van desde el tercero al noveno son todos del estadounidense, que va haciendo retroceder a Zepeda, quien es incapaz de quitarse el jab de encima e incluso se tira largos periodos de los asaltos sin soltar manos, solo espera recibir esa segunda mano de Prograis para soltar alguna buena contra, pero eso es demasiado escaso para puntuar, el volumen de Zepeda es la mitad que el de Prograis, quien le está tatuando la derecha en la cara al pobre Chon, a quien se le ve sin recursos para imponerse.
De manera bien sorprendente al final de la ronda siete, en la esquina de Zepeda le dicen que va ganando la pelea, sin embargo por entonces va 68-65 por debajo, siendo Regis el total dominador del envite desde la tercera ronda. También son el octavo y el noveno para él, quien amplió su ventaja, dejando la victoria bien difícil para el mexicano, en el décimo Zepeda tira de orgullo para conseguir al final del mismo estremecer a su rival, quien lo tomó como un aviso, era el momento de finiquitar el envite.
Así al principio de la penúltima ronda, Prograis sale como un vendaval, toma distancia con el jab y suelta una segunda mano que acaba desarbolando a su rival y que obliga a detener el combate ya que Zepeda está totalmente superado, aunque lo ha dado todo pero su rival ha sido superior. El nuevo campeón ha ganado pero su rostro muestra la potencia de Chon, pero esto es boxeo, los moretones son habituales cuando se llega a la élite, ser campeón es un duro camino, un camino que un boxeador infravalorado como Regis “Rougarou” Prograis sabe lo duro que es, tres años de dura espera le ha costado volver a reinar. Lo que sigue al nuevo campeón es el ganador de Teófimo López vs Sandor Martin, es de suponer que prefiera al hondureño quien le daría mucho más dinero que el catalán.
Para Zepeda pues le queda descansar, reflexionar y ponerse de pie, al final ha perdido contra el mejor 140 lbs del momento, puede dar mucho juego en esta división y quizás buscar una cuarta oportunidad de ser campeón mundial contra un rival más asequible como el dominicano Puello o el próximo campeón de la IBF, pero su nivel sigue siendo bueno y una derrota no tiene que significar el fin y menos contra un excelente Regis Prograis.