El estadounidense deja sus coronas en la báscula
Como ya explicamos en la previa de esta pelea, la misma podía catalogarse como la verdadera pelea por la unificación de las coronas WBC y WBO de las 130 lbs. Coincidió también en el criterio la otrora prestigiosa revista “The Ring”, hoy convertida en un simple panfleto al servicio de promotoras e intereses espurios, pero más allá de estas consideraciones, por desgracia, quedó reducida el pleito a un combate sin ningún título en juego.
La cuestión es que Shakur Stevenson no pudo (o no quiso) dar las 130 lbs pertinentes para defender sus entorchados. En esta ocasión los organismos tardaron cero segundos en despojar de sus coronas al residente en Newark (New Jersey, EE. UU.). Si bien es criticable la actitud del norteamericano en este aspecto, lo cierto es que es su decisión, como por cierto es de alabar la buena voluntad del brasileño Robson Conceição para subir al ring aún teniendo ya garantizada la bolsa.
Yendo a la pelea en sí, como era de esperar empezó con un desarrollo lento entre boxeadores tácticos como ambos lo son en este caso. Fue el primer asalto el mejor para el brasilero que puso más interés que Shakur, pero Stevenson tardó poco en ajustar y llevarse con facilidad los dos siguientes. Conceição parecía confiado tras las tres primeras vueltas (no se sentó entre asaltos), pero no le dio para el cuarto.
Stevenson llegaba con facilidad con su uno/dos, haciendo mella en la anatomía del brasilero, quien empezó a sentirse incómodo, mostrando algunas limitaciones ante el talentoso descendiente de puertorriqueños. En la cuarta ronda, un golpe al cuerpo da lugar a una cuenta de protección, que sorprende un poco porque Conceição tarda en caer.
El estadounidense que dominaba 39-36 las cartulinas, en el quinto somete a un castigo duro a Conceição, quien sin embargo muestra un enorme coraje para no ser destruido en esa vuelta. Los tres siguientes asaltos son dominados de forma insultante por Stevenson, quizá ese exceso de dominio hace caer en un exceso de “sobrarse” de su rival, entrando en golpes bajos y protestas un tanto estúpidas.
Después de ocho capítulos la cosa va 79-72, un resultado que muestra la superioridad del oriundo de Newark, ante un púgil que aún siendo sobrepasado, sin duda es talentoso. En el noveno asalto Stevenson comete una irregularidad que no puede ser obviada por el árbitro (básicamente le hace una llave de lucha libre a su oponente) quien por fin le descuenta un punto.
Pero nada cambia en los tres últimos asaltos, Conceição puede robar el décimo a Stevenson, pero no mucho más. Al brasileño nunca se le vio cómodo en la pelea y el ahora ex campeón le dejó en evidencia. Su rapidez y precisión hicieron ver al nativo de Brasil como un amateur varias veces. Al final un 118-109 deja una victoria clara, pero con la sensación de que Stevenson pudo sacar un 120-106 si hubiese querido.
Decimos si “hubiese querido” porque se le vio demasiado “sobrado”, cayendo en irregularidades que un gran campeón no debe mostrar. Sabemos que es muy bueno, pero a nadie le gustan los abusones. Shakur tiene boxeo para dar cátedra, pero nadie quiere a los protestones.
Como su carrera seguirá ya en las 135 lbs, es de recibo que algún púgil le exija para que Stevenson se deje de hacer tonterías y se dedica 100% a boxear,. Él declara estar dispuesto a pelear como una pelea contra Vasyl Lomachenko, la cua sería extraordinaria (Shakur sería favorito desde mi punto de vista).
Al brasilero Conceição le esperan las oportunidades por títulos, ya sea en una más que justa revancha contra Oscar “Fermentina” Valdez, un pleito contra Héctor García o sino contra el eléctrico Chris Colbert. Las 130 lbs se presentan ahora (sin el número uno) muy abiertas y las 135 lbs reciben a un boxeador que viene a dominarlas por completo,. Sea como sea, esperemos ver buenas peleas.