Saludos y respetos a los fanáticos del boxeo y sobre todo a los ortodoxos. Siendo este mi primer reportaje, pretendo lograr cumplir con los siguientes objetivos para lo inmediato y sucesivo:
- Ser ente de comunicación objetiva en pro del boxeo
- No complacer a aquellos que le gusta escuchar o leer lo que quieren, sino servir como un comunicador dispuesto en todo momento a la crítica constructiva, aunque duela
- Defender y respetar las posturas ortodoxas que demanda el boxeo más allá de cualquier cruce generacional y sobretodo, más allá de razas y colores entre países
- No apoyar racismo, “haters”, ni los demasiados del presente: los fanáticos casuales
- No patrocinar boxeadores casuales que no promuevan ni respeten el boxeo y más aún, a los que evitan los grandes retos.
Por lo anterior, he escogido a Subriel Matías como el protagonista de esta columna de opinión. Hoy en día, Matías es el boxeador de mayor arraigo en Puerto Rico (PR). Con lo que ha realizado hasta el momento, sus credenciales, su guapeza y valentía, su estatus actual no está en duda en lo absoluto. Sin embargo, al presente enfrenta unas encrucijadas que vale la pena exponerlas en pro de los objetivos antes indicados.
- Edad/Tiempo – Subriel es un boxeador que al día de hoy tiene 32 años de edad, por lo cual, sería fácil concluir que ya han pasado los años ideales de todo boxeador. Ahora es que típicamente la cuesta empieza a empinarse. Subriel ha expresado que no le gustaría estar muchos más años en el boxeo, por lo cual, el tiempo no es necesariamente su mejor aliado.
- Entrenador nuevo – En occidente, algunos puristas podrían concluir que ya no hay tantos buenos entrenadores, que no sólo hagan y cumplan con el taller que demanda un gran boxeador, sino que tengan trascendencia y resultados a su favor. El boxeo y los campeones en Latinoamérica son cada vez menos relevantes y las cuantías se siguen reduciendo. Actualmente en PR, no es difícil concluir y señalar que hay aún más crisis.
Los últimos campeones de mayor trascendencia han sido Tito Trinidad, quien fuera entrenado, principalmente por su padre y con poco bagaje más allá. Los otros dos fueron Iván “Iron Boy” Calderón, quien fuera entrenado por José “Che ché” Sanchez y Miguel Cotto, quien tuvo a su tío Evangelista Cotto gran parte de su carrera. En los alrededores y después de estos campeones, no hay muchos más resultados a destacar. Al momento, Subriel ha sido muy hermético en sus decisiones, posturas y expresiones, lo cual se ha extendido a su equipo de entrenamiento de la actualidad.
A pesar de que la ciudad de Fajardo en PR ha producido algunos campeones, entre ellos, John John Molina y más recientemente McJoe Arroyo, en años recientes, tampoco ha habido figuras de entrenadores y boxeadores a destacar. Sería muy fácil pensar que luego del trabajo, dedicación y trato de familia que Subriel recibiera en sus pasadas peleas bajo Jay “Panda” Najar, conseguir algo comparable en PR sería bastante difícil. A eso hay que añadirle, que algunos cuestionan al presente, el esfuerzo técnico-táctico que se lograra en pro de Subriel en sus últimas peleas, sobre todo cuando su cualidad principal demostrada se enfocó en arrollar a su rival yendo hacia al frente.
El ejemplo más reciente de Liam Paro le contestó preguntas a muchos detractores de Subriel que incluso hoy dudan de cuán listo estaría para enfrentar a probados técnicos como Puello, Haney (aún invicto), Sandor Martin, varios americanos y varios dominicanos adicionales.
- Equipo de trabajo – pienso que una de las críticas más grandes que ha venido recibiendo Subriel y que él mismo ha sacado a la luz pública es su manejo que aún perdura en la gente de Fresh Productions, quienes desde antes e incluso hoy, no cuentan con experiencia en el boxeo, aunque sí en otros negocios. Estimo que ya es tiempo que Subriel y su equipo pasen la página de todas las buenas obras que hicieron por el primero y le consigan las verdaderas peleas y de no poder, que le den luz verde a éste para que busque lo que realmente necesita al momento, ir rápido, enfrentando verdadera oposición, mientras consiguen las mejores bolsas, pero por favor, en el orden descrito. Anteponer las bolsas, se podría considerar en caer en errores, en evitar los mejores retos y en tirar la oportunidad de trascender y de legado a futuro por la borda.
- Compromiso con el boxeo/distracciones – El equipo de manejo de Subriel y éste mismo, han admitido que posiblemente las distracciones en PR sean el peor enemigo para con su enfoque en el boxeo. Entrenando con mano blanda en PR y/o con algún entrenador de poco renombre no necesariamente se traducirá en éxito. Habemos muchos que opinamos que lo más que le hubiese convenido a Subriel era trasladarse a algún sector de habla hispana de los EE. UU. y de paso, que pudiera incluir a su familia en la ecuación.
Ojalá y muchos nos equivoquemos, pero, mientras la compañía cercana de la familia sea la mayor prioridad para Subriel, eso tampoco se traducirá en resultados relevantes. Podemos ser comprensivos y decidir acoger como buena excusa, la lejanía de Méjico, cuando incluso, supuestamente no ayudó a que Subriel pudiera demostrar su aire y condición física en el último tercio de la pelea con Liam Paro. Pero sería fácil concluir que mucho menos ayudarán las distracciones en PR ni las obvias de la familia estando demasiado cerca. Al final del día, el compromiso, dedicación, foco y buen entrenamiento son los que podrían traer los resultados a los que Subriel aspira y a los que sus fanáticos desearían ver.
- Oponentes no clasificados – Enfrentar oponentes de poca monta, con récords inflados y/o que no estén clasificados, lo que pudiera provocar es más retraso en la carrera de Subriel y es más que claro, por todo lo antes expuesto, que el tiempo no está de su lado.
A continuación resumo mis recomendaciones para que Subriel afronte la oposición que siempre ha dicho que quiere enfrentar y en el menor tiempo posible:
- Exigir un plan de peleas significativas de dos a tres años a su equipo de trabajo. Con esto se atiende el asunto de la presión de “Edad/Tiempo”
- Exigir y enfrentar los verdaderos retos a su equipo de manejo, sea el que sea. Si el actual no se lo consigue y ni siquiera puede venir con un plan esperanzador que lo convenza, sería más conveniente para Subriel considerar cambiar a su equipo de trabajo
- Considerar entrenar y mudarse (incluida su familia) de las distracciones de PR hacia algún estado/ciudad de EE.UU. con un entrenador de renombre y en donde el lenguaje no le sea barrera, ni para él ni para su familia; California, Texas, NY y Florida cuentan con buenos y reconocidos entrenadores de habla hispana, aparte de poseer grandísima representación latina (siendo los últimos dos, incluso inmensos en población portorriqueña)
- Subriel puede aspirar a un equipo de trabajo más completo y más enfocado al boxeo. ¿Qué evita que lo pueda exigir?
- Si verdaderamente desea trascender en la historia del pugilismo boricua, no le queda de otra que enfocarse, comerse el gimnasio y asesorarse con gente que verdaderamente lo quiera bien. Sin el debido compromiso, pasaría a ser un campeón más en la historia de PR, lo cual sería una lástima, pues aún habemos muchos que estimamos que Subriel es un talento especial que puede lograr mucho más en los dos o tres años por delante, ganando y hasta perdiendo peleas
¿Por qué incluso perdiendo peleas? Simple, está más que probado que muchas veces perdiendo se gana. Hay demasiados ejemplos que así lo demuestran. El boxeo reciente desde Money Mayweather hasta el presente, han cambiado la percepción del impacto de tener derrotas en el boxeo. Todos los grandes boxeadores boricuas de la historia ganaron y perdieron. Cotto tuvo seis derrotas; Tito y Gómez tuvieron tres derrotas, así como el resto de los grandes de la historia boricua
- Matías debe enfrentar verdaderos retos y verdaderos nombres. No hacerlo, le sacarán más canas y por consiguiente dejará pasar los buenos años que aún pudieran quedarle
- Me consta que PR está en la mejor actitud de seguir apoyando, pero últimamente, al que le toca trabajar para su futuro, su trascendencia, familia y fortuna es sólo al Orgullo de Maternillo.
No llevar a cabo lo anterior o al menos parte, recaería en ceder a los detractores y a las encrucijadas. Habiendo el talento y la cría, sería una lástima, lo cual hasta bíblicamente, sería considerado pecaminoso. El reto a la grandeza está ahí, Subriel. Solo depende de él mismo y de los que lo quieren bien.