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Sullivan Vs Kilrain, primer combate unificatorio de peso pesado

Sullivan Vs Kilrain, primer combate unificatorio de peso pesado

75 Rounds sin guantes…y con whisky  

 

Por Diego Castro

 

En 1887 el campeón mundial de peso pesado, John L. Sullivan, aceptó defender su título contra el campeón de Estados Unidos, Jake Kilrain. Sin embargo, sorpresivamente, terminó enfrentando al canadiense Patsy Cardiff. En esa época la ‘Gaceta de la Policía Nacional’ era uno de los pocos periódicos estadounidenses que incluía una sección deportiva. Su editor, Richard Fox, enemistado desde hacía tiempo con Sullivan, proclamó desde su periódico que éste ya no debía ser campeón y mandó a fabricar el cinturón Police Gazette, que le entregó a Jake Kilrain. 

 

Como respuesta los manejadores de Sullivan mandaron a fabricar su propio cinturón; de modo que durante más de un año coexistieron dos campeones del mundo. Recordemos que en esa época aún no existía ningún organismo regulador que sancionara campeonatos a nivel institucional. Con la intención de revalidar sus títulos, tanto Sullivan como Kilrain, durante 1888, iniciaron una gira por Europa en la que se enfrentarían a los dos campeones ingleses de peso pesado. Kilrain, en una isla de París, empató con Jem Smith, cuando cayó la noche después de haber peleado durante 106 rounds. Por su parte Sullivan, en un castillo de Chantilly, también en Francia, empató con Charley Mitchell, después de pelear durante tres horas bajo una lluvia torrencial. 

 

Al terminar sus respectivas giras, ambos volvieron a EE. UU. sin haber podido proclamarse como el único y legítimo campeón del mundo de peso Pesado. Para solucionar este problema se organizó la primera pelea de unificación de la historia del boxeo, que a su vez sería la última pelea titular bajo las London Prize Ring Rules, reglas que habían regido el deporte desde 1743. De acuerdo a estas reglas, el boxeo se practicaba a puño desnudo y estaba permitido agarrar y derribar al adversario mediante llaves o empujones. Los asaltos, por su parte, no tenían una duración preestablecida sino que acababan cuando uno de los púgiles era derribado; por lo tanto podían durar desde pocos segundos hasta quince o veinte minutos.

 

El encuentro entre Sullivan y Kilrain generó tanto interés que se convirtió en el primer evento deportivo en gozar de cobertura periodística a nivel nacional. Desde dos meses antes, los periódicos publicaron informes sobre el entrenamiento de los púgiles y predicciones sobre el resultado del combate. La pelea estaba programada en Nueva Orleans, que era una de las ciudades más tolerantes, ya que el boxeo se encontraba prohibido en casi todo el territorio de los EE. UU. Sin embargo, la profusa cobertura periodística llamó la atención de las autoridades y el gobernador de Louisiana se vio obligado a prohibir la realización del combate en Nueva Orleans.  

 

Se decidió entonces organizar la velada en un lugar secreto, que ni siquiera fue revelado a quienes adquirieron un ticket. Los compradores sólo recibieron un boleto de ferrocarril, que decía: “Ida y Regreso”, pero no especificaba el destino. Se recaudaron más de 50.000 dólares en concepto de entradas y se estimaba que los ingresos por apuestas superarían el medio millón de dólares. La madrugada del 8 de julio de 1889, más de tres mil personas abordaron tres trenes especialmente dispuestos, que los trasladaron hasta una granja ubicada en las afueras de Hattiesburg, al sur de Mississippi, donde se había montado un ring y cuatro gradas para los espectadores. 

 

En la pelea estarían en juego los dos cinturones y el legítimo título de campeón mundial de peso Pesado. A las 10:30 hs., cuando los púgiles subieron al ring bajo un sol abrasador, la temperatura ya había superado los 37º. El referí sería nada menos que John Fitzpatrick, el futuro alcalde de Nueva Orleans. A los quince segundos del comienzo, Kilrain tomó a Sullivan del cuello y lo arrojó al suelo, ganando así el primer asalto. Los siguientes asaltos se parecieron más a un combate de lucha libre que a una pelea de boxeo moderno. Sin embargo, en el sexto, Kilrain conectó un cross en la oreja izquierda de Sullivan, que le produjo un corte del que emanó una gran cantidad de sangre. 

 

A pesar de ello, Sullivan comenzó a controlar el encuentro y al final de la ronda 17, el equipo de Kilrain debió llevarlo hasta el rincón casi al borde del nocaut. Cuando llegaron al asalto número 30, tras más de una hora de pelea, las espaldas de ambos púgiles se encontraban completamente ampolladas por las quemaduras del sol. Sus manejadores, entre vuelta y vuelta, los hidrataban con una mezcla de agua y té, a la que el equipo de Sullivan también le agregaba whisky para darle ánimo. Con el correr de los asaltos el consumo de alcohol, a pleno rayo del sol, produjo sus efectos, al final del asalto 44, Sullivan comenzó a vomitar en el ring. 

 

La suerte parecía estar echada. Mientras los asistentes limpiaban el tablado, el propio Kilrain ofreció detener el encuentro y declararlo empate, pero Sullivan se negó a aceptar la oferta y continuó combatiendo. Sullivan dominó los siguientes asaltos, aunque sus ojos estaban casi cerrados, debido a los golpes de su adversario. Según informan los cronistas que cubrieron el evento, hacia el final de la vuelta 60, los rostros de ambos boxeadores estaban irreconocibles. Ante una nueva caída de Sullivan, Kilrain volvió a ofrecer el empate, pero el “Boston Strong Boy” se negó nuevamente. A partir del asalto 70, Kilrain ya no ofrecía resistencia y su única proeza era recibir de pie los golpes de Sullivan. 

 

Cinco rondas después Mike Donovan, el entrenador de Kilrain, que ya había visto morir a dos de sus púgiles en peleas a puño desnudo, arrojó la toalla y sentenció el fin de una era.  A las 13:00 hs del 8 de julio de 1889, John L. Sullivan, peleando durante dos horas y media a pleno rayo del sol, a puño desnudo, y tomando té frío con whisky, se convertía en el último campeón del mundo de peso pesado bajo las London Prize Ring Rules. Tiempo después, se convertiría también en el primer campeón mundial de peso Pesado bajo las Reglas del Marqués de Queensberry, que sentaron las bases del boxeo moderno. 

 

Si bien han pasado más de 130 años esta pelea, casi un siglo y medio…esta ha dejado una huella profunda e indeleble en el deporte de las narices chatas. En Hattiesburg, la carretera sobre la cual se montó el ring, lleva el nombre de Sulivan-Kilrain y en su intersección con Richburg Av. se erige un monolito conmemorativo del lugar exacto donde se celebró el último campeonato mundial a puño desnudo. Historia pura del origen de nuestro amado deporte. 



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