El Luna se encuentra ubicado en la manzana delimitada por las calles Bouchard, Lavalle y las avenidas Eduardo Madero y la tradicional Corrientes, en el barrio de San Nicolás. El edificio en sí, es obra del arquitecto de origen húngaro, Jorge Kalnáy. Tiene una superficie de 7.000 Mt2 y una capacidad actual que ronda las 11.300 personas. Por el Luna Park circularon no sólo grandes nombres del boxeo, sino personalidades de todos los rincones del mundo, desde presidentes, empezando por Juan Domingo y Eva Perón (que eran asiduos asistentes a las grandes veladas en la época de oro de Buenos Aires) entre tantos otros.
Allí se realizó el multitudinario velatorio de Carlos Gardel, el máximo referente del tango e ídolo popular rioplatense. Todo tipo de eventos han sido albergados entre sus legendarios muros, cosas tan asombrosas como siniestras. Por ejemplo en 1938, se realizó tal vez el más multitudinario acto del nazismo fuera de Alemania, con la asistencia de miles de miembros y adherentes uniformados y vestidos de gala (de esto hay muchas fotos y registros). También luego de finalizada la guerra, hubo un gigantesco acto del partido comunista.
Pero también hubo cosas más agradables, como los campeonatos mundiales de Baloncesto de 1950 (Argentina campeón mundial, venciendo a EE. UU. en la final), de 1990, los mundiales de Voleyball de 1982 y 2002, partidos exhibición de tenis, el casamiento de Diego Maradona, el velorio de Ringo Bonavena, con una asistencia de más de 150.000 fans, que no dejaron de desfilar por el Luna para despedir a su ídolo. En su visita a la Argentina, el Papa Juan Pablo II, se reunió en el Luna Park con la comunidad polaca local.
Por supuesto desde hace años se realizan innumerables shows musicales internacionales y nacionales en él. Podemos citar desde el gran Frank Sinatra a Liza Minelli, pasando por Sarah Brightman, Diana Ross, Joan Manuel Serrat, Julio Iglesias, Tom Jones, Michael Bublé, Laura Pausini, Anahí Puente, Gloria Gaynor, Joaquín Sabina, Ray Charles, BB King, Ed Sheeran, etc… y bandas de rock como Jethro Tull, Dream Theater, Duran Duran, Rata Blanca, Soda Stereo, INXS, Steve Vai, King Crimson y docenas más. Espectáculos internacionales como El Circo de Moscú, The Harlem Globetrotters, durante muchísimos años, el ballet del teatro Bolshoi, Holiday on Ice & Disney on Ice (espectáculos para los que se montaba una gigantesca pista de hielo y todo un sistema acorde para que ésta funcionase), el Cirque Du’Soleil, han tenido su espacio en el Luna.
También hubo festivales, obras benéficas y cientos de cosas más, como obras de teatro y lo que se les ocurra. No me pondré a enumerar todo, pues daría para escribir un libro, aunque en realidad ya lo hay, se llama: “Luna Park. El estadio del pueblo, el ring del poder” (se los recomiendo, es muy interesante). Bueno ahora vamos a lo que nos atañe, el boxeo. Casi todos las más grandes figuras del box argentino, han combatido sobre su cuadrilátero, empezando por el histórico Luis Ángel Firpo y continuando con el famoso Mono Gatica, Prada, los noqueadores Eduardo Lausse y Rafael Merentino, Andrés Selpa, el inolvidable Pascualito Pérez, el Puma Rivero, Horacio Accavallo, el intocable Nicolino Locche (uno de los máximos ídolos del Luna), por supuesto el máximo, Carlos Monzón, Víctor Galindez, Horacio Saldaño “La pantera tucumana”, el querido Ringo Bonavena, Sergio Víctor Palma, Santos Laciar, Uby Sacco, Látigo Coggi, Martillo Roldán, Jorge Locomotora Castro y tantísimos más…
La pelea entre Bonavena y “Goyo” Peralta, el sábado 4 de septiembre de 1965, fue una noche única e irrepetible. Esa noche, hace 55 años, 25.236 espectadores pagaron para ver como Oscar Bonavena vencía en las tarjetas tras 12 asaltos al campeón argentino de los pesados, Gregorio Peralta y se ganaba el cinturón. Nunca antes ni después, el boxeo metió tanta gente al Luna Park. El pleito entre dos personalidades tan diferentes, uno fanfarrón y charlatán, Bonavena, el otro sobrio y mesurado, Peralta, dividió al público como ninguna otra pelea de la historia del boxeo argentino.
Ni los legendarios duelos entre José María Gatica y Alfredo Prada en los años ‘40s y ‘50s, o las épicas batallas entre Eduardo Lausse y Andrés Selpa a fines de la década del ‘50, o las presentaciones del ídolo máximo Nicolino Locche, de Horacio Saldaño, Carlos Monzón o de Víctor Galíndez en la década del ‘70 generaron semejante expectativa. Todos los medios, sean radio, televisión o escritos, calentaron a toda hora el duelo de los oponentes. Y la gente se sumó al debate. Nadie se quiso perder esa guerra entre el campeón (Peralta) y el retador (Bonavena), sean ricos y famosos que pagaban el más caro ring side o los hinchas que juntaban los billetes y las monedas para poder comprar una entrada popular. Esa noche fue de todos, fue del boxeo.
Las entradas se agotaron 48 horas antes de la pelea; a la hora de contar el dinero en las boleterías del Luna, se alcanzaron los $13.196.500 pesos por todo concepto. Casi 55 mil dólares de aquella época, lo cual era una fortuna hace 55 años…y 5.000 personas se quedaron afuera, empujando contra las puertas. Eran otras épocas, el boxeo era pasión y los peleadores héroes, el Luna una fiesta. De estas historias hay por docena, con el tiempo iremos contando anécdotas e historias para que no se pierdan en el tiempo. Espero les haya gustado esta reseña, como siempre humildemente les agradezco por tomarse el tiempo de leer.
